Ferrari somete a Hamilton

Después de años de tedio y total superioridad de Mercedes, la F1 ha cambiado de paisaje. Hamilton (o en su defecto Rosberg) ya no sale y se marcha, se despide del personal y juega a otra cosa. Hay vida en las carreras gracias a Ferrari, la emblemática escudería del cavallino que ha construido un coche competente al fin.

Venía el gran premio como siempre, Hamilton en la pole y preparado para la fiesta, pero hubo una diferencia. En las primeras vueltas siempre tuvo una sombra roja a su espalda. Le siguió Vettel, muy cerca, sin despegarse, y en Mercedes no estaban acostumbrados a esta rivalidad.

La carrera se dirimió por un matiz de estrategia . Vettel tardó más en entrar a cambiar ruedas y tuvo la pista libre cuando Hamilton pasó por el garaje. El inglés se topó con el freno de Verstappen al volver al asfalto y Vettel no encontró a nadie. Salió primero en la reordenación de puestos.

Y ya nadie le paró porque el Ferrari corre mucho y Vettel por algo fue cuatro veces campeón del mundo.

Por detrás hubo un rendimiento desigual de los equipos. Resuelto Verstappen y perdido Ricciardo en Red Bull, potable Massa con el Williams, sólido el Force India con Sergio Pérez y un muy estimable el resultado de Toro Rosso, con Carlos Sainz octavo y Kvyat noveno. El español lo hizo muy bien en Albert Park.

Alonso estuvo durante la jornada luchando por el décimo lugar, mejor el McLaren de lo previsto y sin problemas de fiabilidad, aunque sí de velocidad el motor Honda. A última hora, cuando estaba en esa posición, Alonso se tocó con el Force India de Ocón y tuvo que abandonar.

Vettel, mientras, apelaba al grupo como señal de victoria. «Con calma, esto es para todos, es nuestra, de Maranello», dijo el alemán por la radio.