Vettel aburre

Hubo dos carreras. Vettel y los demás. El alemán continúa sin cometer un error en toda la temporada. Y esa perfección aburre. Es el año mágico, probablemente irrepetible para él, todo a pedir de boca, pero su iluminación perjudica a la competición. Es tan superior que avasalla y juega. Hoy también hizo la vuelta rápida en el último suspiro, indicando a los demás que concursan contra un enemigo insuperable. [Fotogalería]

Alonso perdió un puesto en la salida frente a Jenson Button y navegó siempre en la frontera del podio. El inglés también sometió a Webber y emprendió una cabalgada imposible contra Vettel. Y un día más superó a su compañero en McLaren, el volcánico Hamilton. Alonso no concedió nada a nadie, luchó según las posibilidades de su Ferrari y llegó hasta el límite. Rebasó a Mark Webber en la segunda parada.

Lo de Webber debe ser frustrante. Con el mismo coche que zarandea a todo el mundo, él no ha conseguido una sola victoria en toda la temporada. Acabó cuarto.

La carrera tuvo su momento de máxima emoción en la vuelta 25. Hamilton le ganó la posición por dentro a Massa y el brasileño, en una maniobra a la desesperada que a veces como ayer retrata su carácter de segundo, le tapó hasta el choque . Culpa de Massa, que lo pagó con paso por la calle de garajes. “Tengo que pedir perdón a mi equipo por una carrera tan pobre”, admitió un desconocido Hamilton.

De nuevo meritorio fue el rendimiento del Toro Rosso, un coche que corre cada vez más según se aproxima el final de la temporada. Jaime Alguersuari , un tipo listo, lo ha vuelto a rentabilizar con adelantamientos (Senna, Sutil) y ritmo de carrera. El octavo puesto confirma al barcelonés como un piloto al alza.