El Alpine de Fernando Alonso continúa en baja forma

En la primera jornada de los test definitivos que se celebran en el circuito de Sakhir (Bahréin), quedó claro que al Alpine le faltan varios hervores para llegar al nivel de los que mandan o impactan. Causó furor la puesta en escena del auténtico Mercedes, un monoplaza finísimo, de diseño minimalista que ha aportado soluciones aerodinámicas ingeniosas en las zonas laterales. Más de un escalofrío ha recorrido el cuerpo de sus adversarios, que lo ven como una amenaza. Horner, de Red Bull, desmintió haber pedido una revisión de esos pontones.

Si el diseño de Mercedes funciona en la pista tanto como en el impacto que ha causado entre sus rivales, tal vez el cambio normativo, la gran revolución de la F1, se quede en nada.

El Ferrari sigue en alza con su solidez de ritmo, prestaciones y solvencia de sus pilotos. Ni un problema en Barcelona y tampoco en Bahréin. Carlos Sainz consigue el segundo mejor tiempo de la jornada de ensayos, seguido por su compañero Leclerc.

Alpine volvió a tener contratiempos en esta jornada que toma el pulso a la categoría. Durante un par de horas, Fernando Alonso tuvo que permanecer en el garaje, las mamparas tapando la reparación que se efectuaba en el coche. Problemas en Montmeló con aquella humareda de la última jornada y más problemas en Sakhir. A última hora, el asturiano regresó a la pista para completar un programa de 24 vueltas a media jornada y la duodécima posición en la tabla, a 2,8 segundos del mejor tiempo. Escaso bagaje a diez días de que arranque el Mundial.