Una entre 66: Elisa Aguilar se queda sola en el deporte español
Tras la derrota de Asunción Loriente en remo, la responsable del baloncesto nacional es la única mujer al frente de una federación en el año de sus elecciones. En marzo la podría acompañar Isabel García Sanz
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Iniciar sesiónHay 66 federaciones deportivas y solo una mujer al mando. La igualdad en el deporte español no avanza; retrocede. Elisa Aguilar, presidenta de la Federación de Baloncesto, sostiene en soledad una bandera que debería ondear en muchas más manos. ¿Qué está fallando?
En 2024, ... año olímpico, se han celebrado con más o menos trabas la mayoría de los procesos electorales en las federaciones. Empieza un nuevo ciclo con la vista puesta en Los Ángeles 2028 y toca renovarse (o no) y hacer balance. El primer vistazo ya es inquietante: De momento, Elisa Aguilar se ha quedado sola. Asunción Loriente falló en su intento por revalidar su mandato en Remo tras perder las elecciones celebradas el pasado 11 de enero, y queda por resolver qué ocurrirá en Salvamento y Socorrismo, donde Isabel García Sanz también aspira a mantenerse cuatro años más en unas elecciones previstas para el 24 de marzo. Pero hasta que eso ocurra, la foto de familia es demoledora. La igualdad parece un mal chiste.
Las medidas para promover el acceso de las mujeres a puestos directivos están en entredicho. La nueva Ley del Deporte, aprobada en 2022, menciona la palabra «igualdad» en 56 ocasiones, 15 de ellas solo en el preámbulo. Es una de sus grandes banderas. Antes de eso, el Gobierno de Pedro Sánchez ya creó un Observatorio de Igualdad en el Deporte, con nueve ministerios implicados. E incluso antes, en 2012, se publicó la primera guía para incorporar la igualdad en la gestión de las federaciones. Aunque se han tomado medidas para lograr la paridad, la situación es de retroceso.
«La Federación de Baloncesto ha demostrado estar a la vanguardia, pero también estoy segura de que, del mismo modo que no fuimos los primeros, no vamos a ser los únicos», confiesa la propia Elisa Aguilar en declaraciones a ABC. Asegura la dirigente de la canasta que el proceso de acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad en el mundo en general, y en el deporte en particular, es imparable. «Debemos ser pacientes. Está costando que se visualice ese acceso de las mujeres a los puestos de mando. Pero, sin duda se está produciendo y no creo que existan ni la voluntad ni la posibilidad de pararlo».
Contrasta su opinión con la de Marian Otamendi, vicepresidenta de la Asociación Española de Mujer, Ejecutivas y Deporte (AEMED), además de directora de World Football Summit y vocal en la Federación Española de Pádel: «La foto es absolutamente terrible», sostiene. Otamendi considera urgente que más mujeres accedan a esos puestos de responsabilidad, y critica que el sistema no ayude a conseguirlo. «Cuando las chicas ven los palcos de fútbol, todo hombres con corbata, no piensan: 'Ah, ese es un sitio donde me gustaría trabajar'. No se ven reflejadas».
Otamendi hace referencia a un estudio publicado por su asociación, según el cual solo el 22% de las personas que cursan estudios de máster de gestión deportiva son mujeres. Las pocas que lo intentan tampoco encuentran oportunidades. «Arrastramos una gran mochila porque venimos de una inercia muy masculina. Hay muchas mujeres preparadas para trabajar en el deporte, yo conozco muchísimas. Hay que buscarlas y convencerlas para que entren».
Una de esas valientes es Sara Álvarez, candidata a la presidencia de la Federación Española de Fútbol Americano, que se quedó a cinco votos de ganar. Venía de presidir la federación asturiana durante diez años y, antes de eso, había sido jugadora internacional, entrenadora, árbitra… Dio el paso convencida de que había mucho que podía hacer y frustrada por la falta de sensibilidad de los actuales dirigentes con el flag football, disciplina que será olímpica en 2028 y que en la propia federación, denuncia, se ve como el «hermano menor». «Cuando empecé a acudir a las asambleas de la federación nacional dije: '¡Oh, Dios mío! Qué mal organizado está esto'». No tardó en percatarse de que, pese a considerarse la mejor candidata, no le iba a resultar fácil salir elegida. «Uno de los grandes dramas que tenemos las mujeres es tener que justificar una y otra vez nuestras capacidades. Hablaba con los asambleístas y me decían: '¿Y tú, qué hiciste para presentarte? ¿Y qué vas a hacer con esto?'… Y yo a algunos de ellos les decía: '¿Al actual presidente le vas a preguntar lo mismo?' Yo creo que soy la persona más formada en mi federación en gestión deportiva, y sigo estudiando. Presenté un proyecto trabajado durante meses con quince colaboradores. Y al final ganó el presidente que ya había, que lanzó un programa hecho en una tarde, a tres días de las elecciones, y apenas se molestó en enviar un correo pidiendo el voto. En las federaciones hay miedo al cambio, temen perder sus pequeñas parcelas de poder».
Mejores decisiones
Un estudio de la Deakin University de Melbourne, titulado 'Balance the Board', ha analizado los motivos por los que resulta clave que haya más directivas en el deporte. El informe concluye que la diversidad de género en las juntas de las organizaciones deportivas facilita mejores decisiones, más comunicación positiva y una gestión de riesgos más eficaz. La incorporación de mujeres con habilidades en gobernanza, liderazgo o estrategia también profesionaliza los procesos de reclutamiento y cambia la cultura interna.
Con todo, lo más importante de contar con una masa crítica femenina es que provoca que las recién llegadas se sientan más cómodas y valoradas, algo esencial en un ecosistema que ha funcionado con códigos masculinos durante décadas. «Lo que no se ve no existe. Si no tenemos mujeres visibles en las federaciones deportivas, no va a haber mujeres que quieran aspirar a ser candidatas a la presidencia», incide Sara Álvarez. «Al final se te crea una idea preconcebida en la cabeza: '¿Cómo voy a poder llegar a esto? Si solo hay una, tiene que ser imposible'. El problema es que no hay modelos a los que seguir, no tenemos referencias femeninas. Y eso desanima a otras mujeres a presentarse. Es descorazonador».
Falta cantera
Solo el 24% de los alumnos que cursan máster en gestión deportiva son mujeres, según datos de la Asociación Mujer, Ejecutivas y Deporte
Desde ADESP, la Asociación del Deporte Español, que reúne al grueso de federaciones deportivas, son conscientes de que la senda se va transitando más lento de lo que se debería. «Somos pocas las entidades que ayudamos, formamos y acompañamos a las mujeres que quieren desarrollar su carrera profesional en el ámbito deportivo», lamenta su presidente, José Hidalgo, que también lo es de la Federación Española de Triatlón.
Desde esa entidad cooperativa iniciaron un programa de 'mentoring' para mujeres federadas, que sirvió de base para elaborar, tiempo después, una formación gratuita, Red de Líderes, cursada ya por más de 1.200 mujeres. «Nos gustaría hacer mucho más, pero nuestros recursos son muy limitados. A pesar de todo, tiramos de mucha imaginación y compromiso para fomentar la presencia de la mujer en parcelas de liderazgo».
El foco, pues, vuelve a las instituciones. Todos los actores implicados coinciden en que debe ser el CSD el principal impulsor de la presencia femenina en las federaciones, pero sobre todo de controlar que aquello que se ponga en marcha funcione.
La principal excusa del ente gubernamental es que a los presidentes los elige una asamblea y ahí poco se puede hacer, pero que la Ley del Deporte sí obliga, bajo amenaza de sanción muy grave, a que las Juntas Directivas no tengan más de un 60% de hombres.
«Cada vez que escucho que ahora hay paridad en las juntas directivas me da la risa», protesta Sara Álvarez. «Si no hay control no sirve de nada. Ahora habrá mujeres en un papel, pero serán la hermana o la prima de no sé quién. Nadie que trabaje en la federación ni que tome decisiones. Hasta que el CSD no entienda eso…».
«Yo me pregunto por qué no cambia la forma de elección de los presidentes», añade Otamendi. «Las federaciones son sistemas muy obsoletos que no propician la llegada de los mejores. Lo hemos visto en el fútbol. Se han querido presentar altos ejecutivos de otras disciplinas que los ves y dices: 'Oye, este señor tiene capacidad de gestión'. Bueno, pues es imposible que consigan un solo aval».
La más optimista sigue siendo Elisa Aguilar: «Cualquier política activa es bienvenida porque ayudará a acelerar los procesos», defiende. «Lo llevan haciendo años el Gobierno y el CSD, y es evidente que sus acciones han permitido que todo vaya mucho más rápido. Siento que queda mucho por hacer y que debemos seguir trabajando, pero también veo todo lo que se ha avanzado. Nunca he planteado esto como una lucha entre hombres y mujeres».
Esa luz al final del túnel también la vislumbra Hidalgo: «El colectivo que más está creciendo en España a nivel de práctica deportiva es el femenino. Lo hace de forma exponencial. Por eso también tengo la convicción de que, una vez que la mujer se incorpore de forma natural a la práctica del deporte, lo hará igualmente en puestos de responsabilidad».
Radiografía federativa: 12 cambios de inquilino y varios procesos paralizados
Rafael Louzán, cuyo puesto está en entredicho hasta que en febrero se resuelva el recurso sobre su posible condena por prevaricación, es uno de los doce nuevos presidentes de federaciones nacionales. También han cambiado, entre otras, golf, ciclismo, vela, voleibol y surf. En el otro lado, tras renovar sus cargos, los presidentes del triatlón (José Hidalgo) y de ajedrez (Javier Ochoa) cumplirán más de tres décadas al frente de sus respectivos deportes.
Pese a que 2024 es el año elegido para la renovación de las asambleas y las juntas directivas, los recursos al Tribunal Administrativo del Deporte tienen paralizados los procesos en hípica, motociclismo y pádel, entre otras.
Según los últimos datos publicados por las propias federaciones, hay 31 presidentes nacionales que cobran por su labor. Louzán, en el fútbol, es quien tiene el sueldo más alto: 368.211 euros. Por detrás están la propia Elisa Aguilar (baloncesto, 163.500 euros), Manuel Aviñó (automovilismo, 90.000 euros más una cantidad variable en función de los ingresos propios de la federación), Francisco Blázquez (balonmano, 115.000) y Raúl Chapado (atletismo, 95.877).
Aeronáutica, una de las federaciones con menos ingresos, paga a su presidente, José Javier Álvarez, 23.567 euros. Golf e Hípica son las entidades con mayores ingresos en las que sus cargos no perciben retribución.
En 2023, último año con datos oficiales, las federaciones recibieron subvenciones del CSD por valor de 110 millones de euros, un 8,47% más que en el ejercicio anterior. Una forma de compensar la pérdida de las subvenciones del Plan ADO.
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