El refugio español de Evenepoel: casa en Calpe, sol y el hotel de la hipoxia

Evenepoel, belga de solera, rictus frío y mensaje solemne, sonríe a cada ocurrencia de los paisanos sudamericanos, tan alegres y dicharacheros, verbo largo y tono alto. El campeón del mundo y ganador de la última Vuelta a España se deja sentir por Argentina.

Protestó iracundo y malhumorado por el último kilómetro mal señalizado de la primera etapa, pidió más contrarreloj para regresar en el futuro a San Juan y se mostró encantado con su traslado de residencia a España, para fastidio de sus periodistas compatriotas.

Remco, 22 años, es un jefe. Con sus galones por bandera y una personalidad férrea, pidió a su equipo un desembarco controlado en Argentina, para aprovechar el calor y las bondades de esta tierra para el entrenamiento. El Soudal (nueva denominación del Quick Step) lleva en San Juan desde el 10 de enero por petición de su capitán.

«Estoy feliz de estar aquí, es un país bonito, hay hermosos paisajes y buenos corredores en Sudamérica», dijo el belga, a quien presumiblemente la organización paga un buen fijo por participar.

Evenepoel, como todos los campeones del ciclismo, ha demostrado que la voluntad se impone a la fatalidad cuando hay un deseo cierto de avanzar y nunca desesperar. Hace dos años cayó al vacío en el terrible descenso del Sormano en Lombardía, se fracturó la pelvis, sufrió un neumotórax y una contusión pulmonar. Se dudó de su futuro ciclista.

«Hoy soy tres años mayor y tengo más victorias con un mal accidente por medio -razona-. Soy un nuevo ciclista y una nueva persona. Es sensacional no haber detenido mi carrera ciclista».

La rehabilitación mental y física que lo llevó a la cumbre en el otoño (la Vuelta, su primera grande, y el Mundial de ruta) no es el único cambio en la vida del genio belga, punta de lanza del nuevo régimen que domina el ciclismo (Pogacar, Van Aert, Van der Poel, Vingegaard). Ha huido de su país, donde ya era costumbre buscarle símiles con Eddy Merckx, y se ha instalado en España.

«Me alegro de que me hagas esta pregunta -contesta a ABC-. Mudarme fue un gran paso en mi vida. Es el mejor lugar para prepararme, estoy disfrutando mucho y no tengo ninguna queja sobre España. La estancia es perfecta. Estoy feliz».

Evenepoel se ha establecido en el microclima de Calpe, donde el año pasado se compró una propiedad. En la localidad alicantina ha desarrollado su concentración de pretemporada el Soudal-Quick Step, a instancias de la comodidad de su líder.

En el levante español Evenepoel tiene lo que necesita. Sol, buen tiempo para entrenar, puertos cercanos en el interior de la provincia de Alicante, playa para el relax y un condimento que ya desveló en la pasada Vuelta a España, el hotel de la hipoxia regentado por el exciclista Aleksandr Kolobnev en Denia.

El hotel dispone de habitaciones de hipoxia que permiten simular las condiciones de altitud de una montaña al bajar el contenido de oxígeno en el aire y elevar así el nivel de glóbulos rojos en la sangre al respirar. El usuario puede recrear que duerme a 3.000 metros para hacer acopio de glóbulos rojos o rebajar la demanda a menor altitud. Puede incrementar o reducir la altura como quien sube o desciende una carretera de montaña. Un mando a distancia a media hora en coche de Calpe que elimina viajes, concentraciones en altura, gastos económicos y períodos de alejamiento de la familia.

Evenepoel, que está al servicio de Jakobsen en San Juan, lo tiene todo en la mano en su residencia de Calpe.