Egan Bernal: el regreso de un campeón herido

Esta no es la historia deportiva clásica donde el protagonista supera un sinfín de problemas físicos o psicológicos para regresar a su Ítaca; esta realidad, demasiadas veces despiadada, va un paso más allá. El 24 de enero de 2022, en un entrenamiento en la carretera que une Bogotá con Tunja, el colombiano, a una velocidad de 60 kilómetros por hora, impactó con un autobús parado en el arcén. El entonces vigente ganador del Giro de Italia, con apenas 25 años, conoció en un instante el desastre. El fémur y la rótula de su pierna derecha estaban destruidos, 20 huesos de su cuerpo quebraron, sus dos pulmones fueron perforados... La cadena de disgustos era extensa. Bernal salvó la vida en la UCI, pero la posibilidad de quedar lastrado en una silla de ruedas hasta el fin de sus días fue elevada. «Tuve un 95% de probabilidad de haber quedado parapléjico», reconoció el de Ineos meses después del golpe.

Al terror le siguió una tediosa rehabilitación donde el regreso a su profesión era, si acaso, el último y menos importante peldaño de una empinada escalera de objetivos. El de Zipaquirá aprendió de nuevo a comer, a caminar; a ser, en definitiva, un ser autosuficiente. Pero, 60 días después y de manera progresiva, Bernal comenzó a rodar de nuevo. La temporada, la pasada, la pasó obviamente alejado de la competición; aunque, en este 2023, Bernal es otra vez una de las caras visibles del antiguo Sky.

Como una consecuencia lógica a las indudables secuelas, la campaña del colombiano tuvo un principio complejo. Sin embargo, tras los grises derivados de los abandonos en la Vuelta de San Juan y en la Volta a Catalunya (además de un paso sin ningún protagonismo por el País Vasco), consiguió sonreír en Romandía y Hungría, con dos octavos puestos en la clasificación general. El nivel del escalador bogotano, sin grandes ni milagrosas noticias deportivas, aumentaba despacio; aunque el camino hacia aquel corredor que un día fue era aún largo.

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Entretanto, el ocaso de la primavera trajo consigo los mejores destellos de Bernal en lo que va de curso. Ocurrió en la reciente Dauphiné, carrera preparatoria para el Tour por antonomasia, donde con un duodécimo puesto repleto de buenas sensaciones, el joven de 26 años demostró estar a tono para las tres semanas con más leyenda del ciclismo. Incluso firmó un mejor papel que Mas y Landa que, con el permiso del granadino Carlos Rodríguez, continúan siendo las opciones españolas para la general francesa.

«No estoy a mi cien por cien, no estoy para ganar un Tour de Francia, pero estoy con muchas ganas. Este es el Tour que me hace más ilusión», declaró el jueves en la presentación de la edición 110 de la Grande Boucle a los píes del Guggenheim. Junto al propio Rodríguez, el talentoso Pidcock, su compatriota Daniel Felipe Martínez o el reciente campeón de España (contrarreloj) Jonathan Castroviejo, el chico que se vistió de amarillo en París con solo 22 años encabeza a un Ineos al que la carretera y el paso de las etapas decidirán quién es su líder.