Triste adiós del campeón ante un gran Fenerbahçe

El campeón, otra vez contra las cuerdas, asomado al abismo como ya le ocurrió en la primera fase y en el Top 16, volvía a encarar un partido como una final. Un todo o nada, con la eliminación prematura de nuevo asomando a la vuelta de la esquina. El varapalo de Turquía, de donde el equipo se volvió con dos severas derrotas, obligaba a una reacción anímica. Empujón que debía dar el Palacio y que resultó demasiado tímido en el comienzo del partido a pesar del triple inicial de Carroll y del buen arranque general de los blancos. Era Felipe Reyes el que mejor expresaba el espíritu que Laso había exigido a los suyos, con una dureza defensiva inédita en la eliminatoria. El capitán mantenía a raya el ataque turco, pero la ofensiva blanca no tenía su día. El triple de Carroll fue el único anotado por los madridistas en todo el primer tiempo. Ni siquiera los tiros liberados hacían diana, lo que empezó a animar a los de Obradovic . Kalinic se asoció con Udoh para construir un parcial de 0-8 que le dio el mando a los turcos (17-24) y que obligó a Laso a para el encuentro.

El técnico serenó los ánimos, miró el marcador y señaló el reloj. Quedaba un mundo, pero tocaba recuperar la fe y el corazón. Nocioni hizo suya la arenga del entrenador y se echó el equipo a la espalda con dos canastas que devolvieron la confianza a sus compañeros. Así lo entendió Sergio Rodríguez , gris hasta entonces, que se unió al argentino para dejar el duelo igualado antes del descanso (27-30).

Bogdanovic, inédito en la primera parte, irrumpió en el partido con ocho puntos consecutivos. Una sangría para el Madrid, que recibió un parcial de 14-0 del que ya no se recuperó (32-44, min. 25). Para entonces, los blancos vivían más pendientes de la labor arbitral que de la remontada, ofuscados con un criterio cuestionable de los colegiados, celosos esta vez por cada contacto ocurrido en la pista. Tocaba apelar a la heroica, en un último esfuerzo por evitar la eliminación, pero nada funcionaba ayer en el Real Madrid, atrapado en las trampas de Obradovic.

El técnico del Fenerbahçe supo mover sus piezas para no sufrir ante el arranque de orgullo de Llull y Sergio Rodríguez , los únicos que pelearon hasta el último suspiro. Los únicos con fuerzas para buscar un milagro que no llegó y que obligó al Real Madrid a decir adiós a su trono de manera anticipada.

El campeón, al borde del abismo, se mide esta noche al Fenerbahçe de Obradovic ( 20.45 horas, C+Deportes ). Un equipo que le desnudó la semana pasado en los dos primeros choques de cuartos de final y que aspira hoy a eliminar al Real Madrid y clasificarse para su segunda Final Four consecutiva.

Para lograr la proeza de dar la vuelta al 2-0 de la eliminatoria, el equipo de Laso necesita empezar por el triunfo esta noche en el Palacio, donde habitualmente sale bien parado, pero que esta temporada no es el fortín de antaño. Las dudas por la forma en la que se perdieron los dos partidos en Turquía son la gran preocupación de Laso. Hacía mucho tiempo que su equipo no hacía aguas de esa manera, incapaz de competir ante el poderío físico del Fenerbahçe.

«Estamos a un partido de la eliminación, sabemos lo que tenemos que hacer, volvemos a jugar en el Palacio, tenemos que jugar con corazón, con orgullo. Todo eso está muy bien, pero también hay que mantener la cabeza fría y saber que esto es baloncesto y las cosas que tenemos que hacer bien para ganar», reconocía el propio Pablo Laso en la previa.

Frenar la fortaleza interior de Ekpe Udoh -el gigante del Fenerbahçe que tanto daño hizo en los dos primeros partidos- y limitar la movilidad de Bogdanovic y Dixon son los retos de un Madrid que buscará el más difícil todavía. Remontar un 2-0, algo que nadie ha conseguido jamás en la historia de la Euroliga.

«Udoh es muy importante para ellos. Con la baja de Jan Vesely juega muchos minutos en el juego interior, es un jugador muy agresivo, cambia tiros, rebotea e incluso se valen mucho de sus continuaciones en el pick and roll, pero menospreciar a Kalinic, a Dixon, a Bogdanovic o a Sloukas , que hizo un primer partido buenísimo, sería de ilusos», apuntó el técnico.

Para el choque, el único jugador que es baja segura es Trey Thompkins, aunque Rivers, lesionado en un tobillo, es duda hasta el último momento.

Un poco antes que los blancos, el Caja Laboral tratará de ganar en Atenas al Panathinaikos (20.15 horas, Movistar+) para sellar de manera definitiva su pase a la Final Four. Los vascos ganaron sus dos primeros partidos de la eliminatoria, disputados en Vitoria, y amenazan así la clasificación de uno de los grandes de Europa. Un equipo cargado de nombres que no dio la talla en el Buesa Arena.

El Barcelona, de vuelta al Palau, recibirá al Lokomotiv Kuban para intentar tomar ventaja en su duelo de cuartos de final ante los rusos, que camina igualado después de los dos duelos disputados en Krasnodar. El choque de hoy (20.45 horas, Movistar+) será clave para el devenir de la eliminatoria.