España no se exprime para ganar a Gran Bretaña

La ocasión no invitaba a hacer grandes alardes. Era el primer partido y, además, el rival no era de esos que motivan especialmente. No era cuestión de forzar en la toma de contacto inicial. Scariolo lo entendió así y los jugadores lo interpretaron sobre la cancha. Minutos para todos -menos para Rudy y Navarro, que vieron el encuentro desde el banquillo aún renqueantes de sus respectivas lesiones- con la intención de ir cogiendo de nuevo el ritmo de partidos. Gran Bretaña, sin ser un mal equipo, ha llegado a esta fase de la preparación sin muchos de sus mejores jugadores y, aunque aguantaron el tipo durante la primera mitad, no dieron nunca la sensación de ser una amenaza.

La selección sesteó en varias fases del partido . Jugó al tran tran, confiada en el talento y en las ganas de los menos habituales. La savia nueva se notó en Sergio Rodríguez, uno de los mejores asumiendo su rol de revulsivo desde el banquillo. Se vio obligado a ello tras una pájara que llevó a la selección a encajar un parcial de 2-19 en la primera mitad y que puso a los británicos tres puntos arriba (23-26, min. 14).

El base del Real Madrid tiró de imaginación para cambiar el ritmo del partido. Si ese es el papel que Scariolo quiere de él, ayer le dejó claro que es el hombre ideal para desempeñarlo. Salió con el equipo atascado -llevaba siete minutos sin anotar una canasta en juego- y le dio la alegría necesaria para volver a mandar en el marcador. Dos triples suyos y otro de San Emeterio -titular en su regreso a Valladolid- le devolvieron la iniciativa a España, que solo volvió a ceder el liderato en el marcador de manera fugaz al inicio del último cuarto (59-60).

Para entonces, ya se había visto claro que la tónica del equipo va a ser la misma que en el pasado Eurobasket. Muchos balones interiores para los hermanos Gasol -16 puntos cada uno- e intensidad defensiva para fomentar el contragolpe, donde hombres como Llull (5 asistencias y 6 puntos anoche, para doce puntos de valoración) o el propio Sergio Rodríguez saben sacar un gran partido a su velocidad.

El arreón final de los ingleses se estrelló en las manos de Pau Gasol, que evitó la derrota, pero mandó un mensaje claro a sus compañeros para evitar la relajación en futuros compromisos en los que no habrá red de seguridad.