El Unicaja ahonda en la crisis de un Barça despedido con silbidos

El Palau, que estuvo del lado de los suyos, acabó mostrando su indignación con una considerable pañolada y con silbidos contra los jugadores, que volvieron a cuajar un partido de más a menos y que finalizaron el choque con una imagen ya transmitida en ocasiones anteriores, de bloqueo de todos sus mimbres.

A los dos equipos les salió una primera parte alegre, tanto que el Barcelona volvió a penalizar con marcadores que ya apuntaban a los reveses que ha sufrido este diciembre, con anotaciones de los rivales de 88 puntos de media.

El partido arrancó con exhibición de triples en los dos bandos y con altos porcentajes de anotación, con un baloncesto eléctrico, en el que el Málaga estuvo por delante con mínimas ventajas hasta que un triple de Heurtel igualó el marcador (16-16). La réplica la dio Nedovic con otro lanzamiento desde la larga distancia (16-19), lo que llevó a Sito Alonso a pedir su primer tiempo muerto.

Recuperó otra vez el tono Brooks para situar la máxima de cinco puntos del Unicaja (16-21), mientras que en el Barcelona aparecía Koponen en la pista.

El cuarto finalizó como en el arranque, con duelo de triples, que cerraron los primeros diez minutos con una mínima ventaja para el equipo andaluz (24-26).

El georgiano Girogi Shermadini se convirtió en una pesadilla bajo el aro azulgrana, donde se hizo fuerte y además arrancó más de una falta. Suyos fueron los primeros cuatro puntos del Unicaja (26-30).

Tras unos minutos por detrás en el marcador, un mate espectacular de Sanders devolvió para lo suyos la ventaja (31-20), tras lo que Joan Plaza solicitó un tiempo muerto.

Llegaron los mejores minutos del Barça, que de la mano del francés Heurtel , con ocho puntos seguidos, abrió una brecha de seis puntos (41-35), con un nuevo tiempo de Plaza.

El acierto de Brooks desde larga distancia y el estreno anotador del Ray McCallum contribuyeron a que el Unicaja dejase el marcador al final del primer tiempo con un ajustado 45-44.

El abatimiento de los azulgranas llegó en el tercer cuarto, en el que hubo un gran protagonista, Nemanja Nedovic (26 puntos en todo el partido), quien tomó la batuta de los suyos para someter a un Barça que entró en el intercambio de canastas pero no ofreció nada sólido, además de empezar a mostrar signos de debilidad, como en el caso de Koponen, que firmó un cero en anotación.

En el Unicaja, no sólo funcionó Nedovic, sino que el repertorio a aro pasado de Ray McCallum llevó al equipo malagueño a volver a ponerse por delante (52-54), aunque con ventajas nada sustanciales, como la que registró el final del cuarto (64-66), poco después de que apareciese en la pista el búlgaro Sasha Vezenkov.

En el último acto, dos triples de Waczynski y Alberto Díaz (66-72) impactaron negativamente en los azulgranas, que cayeron rendidos a pesar de los intentos de reanimación de un Sito Alonso que desde la banda no daba crédito a lo poco que transmitía su equipo, con errores múltiples y escaso acierto en el lanzamiento.

Nedovic volvió a ser el protagonista del equipo andaluz, y fue a partir del último tramo cuando el Unicaja logró claras ventajas (75-84), tras una canasta de McCallum y un triple de inmediato de Nedovic (75-87) que dejaron noqueado a los azulgranas, acomplejados por el fantasma que les persigue desde hace jornadas.