El Barça gana el consuelo de la nada en la Final Four

Con la amargura de sus respectivas derrotas en las semis todavía en los labios, griegos y catalanes se vieron las caras en un pabellón Sinan Erdem con el graderío vacío. Obradovic había pedido «jugar duro por respeto a este torneo», pero incluso él, el hombre Eurolioga por antonomasia, reconocía que este partido no le gusta a nadie. Habría que preguntarse por qué la FIBA se empeña en la celebración de un encuentro de consolación que no interesa ni a público ni a profesionales.

Los de Xavi Pascual se lamieron las heridas imponiéndose por 69-74 al Panathinaikos de Zeljko Obradovic, todavía vigente campeón. El hombre del partido ha sido Marcelinho Huertas , precisamente uno de los jugadores más desacertados en la derrota frente a Olimpiakos. El base brasileño se recompuso hoy con 21 puntos y tres triples. Un acierto que, en cualquier caso, sabe a poco, después de su escasa aportación en la semifinal.

En los griegos destacaron Diamantidis, con 17 puntos, y Maric, con 13 en quince minutos escasos de juego. Xavi Pascual prefirió reservar a su gran estrela, Juan Carlos Navarro, que viene arrastrando molestias por una fascitis plantar y al que el preparador quiere tener en las mejores condiciones ante la eliminatoria de playoff de la Liga Endesa ante el Lucentum Alicante que comienza el próximo jueves. La victoria de hoy debería servir al menos para que los azulgrana recuperen buenas sensaciones ante los cruces por el título, después de que el equipo se mostrara dominado por la presión en su duelo de semifinales ante el Olimpiakos.