Turquía, último escollo de España hacia la final

Tras superar con holgura a China , en un encuentro en el que España dio una exhibición defensiva, el cuadro español afronta unas semifinales de un campeonato del Mundo por segunda vez consecutiva. Hace cuatro años, en la República Checa, España fue bronce después de caer en la penúltima ronda ante Estados Unidos.

Por ello, en esta ocasión España está ante una gran oportunidad de mejorar esa tercera plaza y jugar una final mundialista por primera vez en su historia. De conseguirlo, las jugadoras de Lucas Mondelo encadenarían su segunda final de un gran torneo, ya que el año pasado fueron campeonas del Eurobasket que se celebró en Francia.

Como en todo el torneo, las esperanzas españolas estarán puestas en la gran capacidad defensiva del conjunto y en el dominio que está mostrando Sancho Lyttle en ataque. La jugadora caribeña volvió a reinar ante China en los cuartos -24 puntos, 7 rebotes y 5 robos-. Una muesca más en el revolver de la de San Vicente y las Granadinas, que está haciendo un campeonato imperial.

Lyttle y Alba Torrens podrán dar pistas a Mondelo del desempeño de las turcas, ya que ambas militan en el Galatasaray y coinciden con sus rivales de este sábado en la liga local y en la Euroliga. Una selección, la local, que como España cuenta todos sus partidos del torneo por victorias.

Una de esas jugadoras es Lara Sanders, que juega en el Kayseri Kaski Spor Kulübü, y que hizo 14 puntos y 19 rebotes en los cuartos de final ante Serbia. La jugadora nacida en Nürnberg (Alemania) dirimirá un gran duelo en la zona con Sancho Lyttle, como ya hicieran el pasado abril en la pasada 'Final Eight' de la Euroliga femenina.

En esa ocasión, el duelo individual fue para la turca, pero el colectivo para la española; cuyo equipo acabaría levantando posteriormente la Euroliga. Un título que levantaron curiosamente ante otro equipo turco, el Fenerbahce, que también tiene jugadoras en el equipo nacional presente en este Mundial.

Sanders será la gran esperanza de una selección turca que disputa una Copa del Mundo por primera vez en la historia y que con el apoyo de su público --9.500 personas en cuartos ante Serbia en el Abdi Ipekçi Arena de Estambul-- quiere meterse en la gran final, como ya hiciera hace cuatro años antes el equipo masculino.

España intentará aguar la fiesta turca y certificar con el pase a la final un torneo impoluto, en el que no solo están venciendo a todas sus rivales sino que están siendo mucho mejores que ellas. Como el pasado año ante Francia en la final del Eurobasket, de nuevo la anfitriona se interpone entre las españolas y la gloria.