Stipe Miocic, el bombero más temido del planeta

Con su último triunfo, ha conseguido limpiar la división (ganar a todos los rivales posicionados en la parte alta del ránking), y demostrar que, por el momento, no tiene rival en su categoría. Su racha de seis victorias consecutivas, imponiéndose a Mark Hunt, Andrei Arlovski, Fabricio Werdum, Alistair Overeem, Junior dos Santos y Francis Ngannou ha evidenciado que nos encontramos ante el bombero más temido del planeta. A pesar de los ingresos que obtiene un campeón del más alto pesaje (suelen percibir mayores honorarios al ser una categoría más mediática), entre los planes de Miocic no está dejar de aportar a la sociedad. «Soy el campeón del peso pesado de la UFC, pero amo ayudar a la gente, nunca dejaré de ser bombero/paramédico» , escribió en su cuenta de Facebook tras abrocharse por primera vez el cinturón en 2016 frente a Werdum.

Miocic se ha revelado como un luchador intratable profesionalmente. Su constitución atlética, unida a su agilidad, su tremendo golpeo y una enorme habilidad en los derribos además de una suficiente pelea en el suelo , le han permitido vencer a sus últimos rivales pese a tener una ligera desventaja en una de las facetas del combate, como el golpeo de puño frente a Ngannou o el juego de suelo frente a Werdum. Con todo, al igual que le ocurren a incontables campeones, en su casillero habitan dos derrotas que, lejos de ser un obstáculo, han actuado de aprendizaje para continuar con su meteórica carrera dentro de la compañía estadounidense.

Para llegar a la cúspide de las MMA, es decir, UFC, asiduamente los luchadores inician su carrera en ligas de menor nivel, y solo sus grandes actuaciones les permiten seguir en esa escalada hacia su sueño. Miocic comenzó en la compañía NAAFS, en Cleveland (Ohio). La extrema dureza de su golpeo de puño hizo mella en todos y cada uno de los rivales que antecedieron a su disputa por el título. Así Corey Mullis, Paul Barrey, Jeremy Holm, Gregory Maynard y William Penn sucumbieron en el primer o segundo asalto a base de los martillazos del peleador estadounidense. Como muestra de la polivalencia de este singular bombero , en la pelea por el cinturón, derrotó a Bobby Brents a base de «low kicks» (patadas al muslo del oponente).

El tremendo despliegue mostrado por Miocic en NAAFS hizo que UFC llamara a su puerta para rellenar su cartera de pesos pesados. Debutó frente a Joey Beltrán con victoria a los puntos en 2011. Luego llegarían Phil de Fries y Shane del Rosario a los que acribilló a golpes en el primer y segundo round respectivamente. Entonces llegó su primera caída. Stefan Struve, luchador holandés de 2,13 metros, consiguió impactar sobre su mandíbula en la que es hasta el momento la única derrota por KO que ha sufrido. Rápido se recuperó de este tropiezo, como hacen los grandes artistas marciales mixtos .

Encadenó tres grandes triunfos frente a Roy Nelson, Gabriel Gonzaga y Fabio Maldonado. Fue ahí cuando llegó su segundo y último patinazo. El brasileño Junior dos Santos logró instalar su segunda derrota en su récord. No obstante, Miocic no quiso dejar así las cosas y tres años más le devolvió la moneda en forma de nocaut. Ese fue el arduo recorrido que tuvo que recorrer hasta que tomó la carrerilla suficiente para conquistar el cetro de la UFC de los pesados en 2016 contra Werdum y, desde entonces, tres defensas del cinturón le han aupado al calificativo de mejor peso pesado de la historia de la compañía en cuanto a números se refiere. Si hay un luchador que todavía puede destronarle es Caín Velásquez, pero las lesiones se han apoderado de él y sería una incógnita el nivel que mostraría. Con todo, Miocic continúa su vida como bombero en Ohio, conquistando el mundo entre rejas y apagando fuegos fuera de ellas .