De cara
Súper Xavi
Por culpa de las indumentarias, el último ataque consentido de la mercadotecnia a las sagradas tradiciones del fútbol, el clásico no lo parecía. El Madrid es blanco y el Barcelona azulgrana, aunque el negocio está dispuesto a discutir incluso esa esencia. Luego, ya con el ... balón en juego y la mirada reajustada, el único que cumplió con el nombre fue el visitante. No había mucho en juego, el asunto era irrelevante en términos clasificatorios. Pero en lo emocional este combate siempre es mayor, trascendental, deja consecuencias. La humillación escuece en el Bernabéu, empaña su curso y baja ese ánimo subido que le dejó la gesta del PSG. Airea que sin Benzema nunca es lo mismo y empequeñece de nuevo al entrenador y a muchos de sus jugadores. El Madrid queda muy tocado.
Y el baño agranda al Barça, le redime anímicamente de su decepcionante temporada, podría decirse que hasta la salva, y eleva a Xavi, que pasó la prueba definitiva. Porque los técnicos azulgranas se miden así, por sus reuniones con el eterno rival. Y en su primera visita al Bernabéu, Xavi dio un recital, un repaso. No solo ha reconstruido al Barça respetando las palabras de las que era prisionero, el buen gusto, el ADN y todas esas cosas. Lo ha dotado de un atrevimiento extremo. Y a sus órdenes, Pedri se suelta y Dembelé no se lesiona y se cuadra. Y si tiene que poner un aporte táctico al día, sienta a Alves y anula a Vinicius con Araujo. Y el equipo otra vez divierte y se divierte. Y se queda el balón y no lo comparte. Y gana y golea.
Y siempre se hablará de este 0-4. Ya lo conquistó de jugador y ahora lo inmortaliza de técnico. Xavi ya tiene su chamartinazo.
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