El descomunal enfado del «mago» Ricardinho

Después de ganar al Chrudin checo (2-0) el primer partido de la Élite Round , que da acceso a la Final Four, la estrella del Movistar Inter utilizó su cuenta de Instagram para criticar la excesiva dureza del partido: «Victoria sufrida y dura, pero merecida, mañana hay más. Cada día veo menos fútbol sala bien jugado, bien competido, y organizado . Lo que veo son ostias tras ostias, cada día más físico, más empujones y menos bien jugado... Una pena... Yo pensando que el fútbol y futsal eran tan distintos...».

El jugador portugués no se refería a una fea entrada o a un golpe en concreto, sino a la forma en la que suelen jugar los equipos del centro y el este de Europa en esta competición , pues tanto en España, Portugal o Italia el estilo es notablemente diferente, si bien aquí se ponen a la misma altura ante la permisividad arbitral. Constantes interrupciones del juego, cargas, empujones, juego con las manos en el cuerpo del rival, que minimizan la calidad del jugador , pues le obligan a estar más pendiente de no salir dañado que de pensar en sus próximos movimientos e imaginar regates.

Esta forma de jugar convierte el fútbol sala en algo diferente . De partidos ligueros en España en los que se pueden ver alternativas en el marcador y resultados con bastantes goles por ambos lados, a choques europeos como este de Movistar Inter en el que es más normal ver tanteos más propios del fútbol .

Incluso en partidos tan disputados como el reciente clásico entre ElPozo Murcia y el propio Movistar Inter, en el que la intensidad sobrepasó en ciertas fases lo permisible, la dureza es fruto de la rivalidad o de lo que está en juego. La crítica de Ricardinho viene de que en Europa esta dureza es una forma de jugar en sí misma .

Pese a todo el conjunto dirigido por Jesús Velasco salió victorioso del siempre complicado debut, gracias a los goles de Ricardinho y el brasileño Daniel , que anotó tras recoger el rechace de un penalti que él mismo había lanzado. Por delante quedan los choques ante el Ekonomac serbio y el Maribor esloveno, anfitrión de esta fase. El premio es volver a disputar la preciada Final Four por segundo año consecutivo.