Carlsen y Caruana vuelven a firmar tablas

El marcador del encuentro, pactado al mejor de doce partidas, se encuentra igualado a 3,5 puntos después de siete empates consecutivos y el candidato afronta ahora una situación prometedora, con blancas en tres de las cinco partidas que faltan.

Carlsen, que había sufrido mucho el viernes contra la defensa Petrov para escapar a la derrota con blancas, huyó en la séptima, con las mismas piezas, de la también denominada "rusa", la favorita de Caruana, para seguir en los nueve primeros movimientos por los mismos cauces del gambito de dama propuesto en el segundo juego.

En la décima jugada el campeón se desvió de aquella línea. En lugar de 10.Td1 prefirió 10.Cd2, pero el aspirante parecía tenerlo todo previsto: sólo tardó 26 segundos en replicar 10...Dd8.

Caruana meditó durante 28 minutos antes de abrir la columna D tomando 13...dxc4, lo cual indicaba que a estas alturas de partida ya estaba fuera de las preparaciones elaboradas por su equipo y las computadoras, obligado a pensar por sí mismo.

El noruego salió de la apertura con ligera ventaja de espacio pero frente a una posición muy sana del estadounidense. En 19 movimientos sólo se habían cambiado dos peones, el resto de las piezas seguían sobre el tablero.

Por poco tiempo, porque inmediatamente se cambiaron las torres, dejando sólo damas y el material ligero sobre la mesa, con estructura simétrica de peones. Una posición poco propicia para intentar aventuras.

De no ser porque el reglamento del Mundial impide firmar tablas antes de 30 movimientos, el empate bien pudo haber llegado mucho antes, en la partida más aburrida en lo que va de torneo.

Carlsen, que confiesa públicamente no estar en su mejor forma, dio la impresión de que, a estas alturas del campeonato, estaría feliz con llegar empatado al final de la duodécima partida. En el desempate a partidas rápidas, las estadísticas le otorgan claramente el papel de favorito.