Kike Boned, de mariscal a embajador

Kike Boned ya ejerce de «chaqueta». De este peculiar modo se refieren muchos jugadores de fútbol sala a los compañeros que dejaron de calzarse las zapatillas para vestir traje y zapatos. Algunos pasaron a los banquillos para ejercer como técnicos, otros subieron las escaleras ... para sentarse en las oficinas, pero solo uno, Kike Boned, dejó su puesto de mariscal sobre el parqué que se ganó durante 19 temporadas para convertirse en embajador de la mejor liga del mundo.La Liga Nacional de Fútbol Sala perdió hace meses a uno de sus jugadores más carismáticos y reconocidos en el mundo. Un coleccionista de triunfos que al mismo tiempo siempre supo ser un maestro en las derrotas. Pero desde este mes de septiembre de 2014 la LNFS incorpora a su estructura a un icono de este deporte que lo representará fuera de las canchas valiéndose de los mismos valores que le distinguieron en el 40x20.En un acto que también ha supuesto un reconocimiento a la carrera deportiva de Kike y en el que ha estado arropado por su familia y amigos, la LNFS, con su presidente Javier Lozano al frente, ha explicado las nuevas labores del valenciano dentro de su organización.Lozano, que dirigió a Kike cuando era seleccionador nacional, recordó su primera llamada con España: «En 1998 llamamos a un niño porque intuíamos algo y hemos podido ver que así era. Un niño con constancia para trabajar pero que era a la vez un hombre de principios sólidos, coherente y transparente. Es por ello que esta distinción es mérito suyo y de todas las personas que han contribuido a que se convierta en el líder que hoy es. Gracias a su familia y a todos los equipos y entrenadores que ha tenido, y más concretamente a ElPozo Murcia, su casa durante 13 años».