Muere el salsero Larry Harlow, estrella de Fania

Nacido el 20 de marzo de 1939 en Brooklyn con el nombre de Lawrence Ira Kahn, en el seno de una familia judía de artistas (su mamá fue cantante de ópera y su padre tocaba en las orquestas de Barrio Latino, un club nocturno de Nueva York), estudió piano clásico y en la adolescencia se relacionó con los artistas latinos de la ciudad, yendo a ver tocar a figuras como Machito, Tito Puente, Tito Rodríguez, Noro Morales o Joe Valle y su orquesta en el South Bronx y Spanish Harlem. En los años cincuenta se mudó a Cuba para aprender a tocar la música de la isla, donde permaneció hasta el comienzo de la revolución antes de regresar a casa.

En 1964 se unió a Fania Records, el sello discográfico fundado en Nueva York por el productor, promotor, y empresario estadounidense, Jerry Masucci y el músico dominicano Johnny Pacheco, siendo su orquesta la primera en fichar con la compañía. Allí fue donde se le empezó a conocer por el apodo que le acompañaría toda su carrera: 'el judío maravilloso' .

En 1968 lanzó 'Orquesta Harlow presenta a Ismael Miranda', al que siguieron álbumes como 'Electric', 'Tribute to Arsenio Rodríguez', 'Harlow's Harem', 'Abran paso' y 'Oportunidad'. En 1973 unió fuerzas con Justo Betancourt, Cheo Feliciano, Adalberto Santiago, Junior González y Pete 'El Conde' Rodríguez para grabar la ópera latina 'Hommy', inspirado en el 'Tommy' de The Who. Ese mismo año también registró la influyente producción 'Así se compone un son', y se llevó desde México a la Gran Manzana a la cantante Celia Cruz, que se convertiría en la primera mujer cantante latina en actuar en el Carnegie Hall. También aprovechó para incluirla, un poco a traición, en la grabación de 'Hommy' invitándola a cantar el tema 'Gracia divina'. «Me enojé, y mira que yo no soy enojona», recordaría la artista cubana años más tarde. «Me tenían todo preparado para que cantara el tema «Gracia Divina» el cual yo ni tan sólo había escuchado. Pero bueno me aprendí el tema y lo canté». Sin embargo, esa grabación le abrió las puertas del éxito a Cruz, que a continuación grabó el disco 'Bemba Colorá'.

En la misma década, Harlow introdujo los tambores sagrados batà de la religión Yoruba (que estudió profusamente, hasta el punto de ser nombrado 'hijo de Ochun', la deidad yoruba del río y el amor) en la música de baile afrocubana, y brilló con éxitos como 'La cama vacía', 'La copa rota', 'Borinquen tiene montuno', 'Como mi pueblo' y 'Las cuarentas'. También son conocidos sus clásicos 'El paso de encarnación', 'La cartera' o 'Ametralladora', entre muchos otros. También actuó con la famosa agrupación Fania All-Stars, con la que rodó la película 'Nuestra cosa latina', y fundó la orquesta Latin Legends of Fania con antiguos colaboradores de sello, con la que giró por todo el mundo. En 1977 grabó con Rubén Blades 'La Raza Latina', una ambiciosa suite que musicó la historia de la música latina.

En los años noventa trabajó con Ray Barretto, Adalberto Santiago y con el virtuoso guitarrista del cuatro Yomo Toro. Una de sus últimas colaboraciones fue en 2005 con la banda de rock The Mars Volta en el álbum 'Francis The Mute', donde interpretó un solo de piano hacia el final del tema 'L'Via L'Viaquez', antes de lanzar, en 2007, el que sería su disco de despedida de los estudios de grabación, 'La Herencia'. Siguió tocando con Latin Legends of Fania varios años más, antes de retirarse.

Tenía una licenciatura en música del Brooklyn College y una maestría en filosofía de la New School of Social Research de Nueva York, fue incluido en el Salón de la Fama de la Música Latina Internacional el 5 de abril de 2000, y en 2008 recibió un premio Grammy Latino por su trayectoria musical.

Su mujer, María del Carmen Harlow-Kahn, ha sido quien ha comunicado la noticia a través de las redes sociales: «A todos los salseros del mundo les informo con profundo dolor que, luego de 32 días hospitalizado, mi amado Larry falleció a las 12:30 de la madrugada a causa de complicaciones como paciente renal que debilitaron su ya agotado corazón. Les pido por favor que nos den espacio a la familia y amigos íntimos para procesar nuestra pérdida y más adelante les daremos más información al respecto. Mi Amore, ya eres libre nuevamente para tocar tu música en la orquesta celestial. Gracias por el honor de acompañarte y de amarte hasta el final de tus días. Vivirás eternamente en mi corazón y en el corazón de todos los que aman tu música y tu gigantesco legado. Vuela alto, mi Judío Maravilloso, y descansa en paz...».