Suscríbete a
ABC Cultural

Los conflictos de «Don Carlo»

Una escena de «Don Carlo» Javier del Real

Alberto González Lapuente

Traspasada la medianoche, y tras cuatro horas de representación, concluía la sesión inaugural de la temporada 19-20 del Teatro Real. Los intérpretes todavía saludaban desde el escenario mientras los Reyes Don Felipe y Doña Letizia permanecían en el palco. A pesar de ello, los ... espectadores ya abandonaban la sala en tromba, incluyendo a los invitados institucionales y otros rostros conocidos de los que ayer hablaba en su crónica Almudena Martínez-Fornés. El carácter ritual de la sesión inaugural se formalizaba en la parafernalia y no tanto en el protocolo; asunto comprensible en tanto la ópera, entendida desde una perspectiva social, ha perdido ceremonia al tiempo que se dedica a buscar nuevas señas de identidad que la permitan sobrevivir conquistando a otros públicos. Sería sofisticado creer que la carrera de los espectadores era un acto deliberado, por ejemplo, en repuesta a la representación de una obra tan «injuriosa» para el orgullo patrio como el «Don Carlo» de Verdi. Ni por asomo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia