arco 2023
Valeria Maculan: «En mis trabajos hay una intención de reconstruir el cuerpo y darle movimiento»
ARTE
La creadora argentina prepara una exposición para Espacio OTR sobre la dramaturgia y el teatro griego
La artista Valeria Maculan, en su estudio, rodeada por sus Gorgonas
A Valeria Maculan (La Plata, 1968) el confinamiento le pilló por sorpresa, como a casi todos. Estaba en el campo, en la casa de un familiar, y apenas tenía herramientas y materiales con los que trabajar, pero sí una idea, heredada de la lectura ... de Frankenstein: dar vida a aquello que estaba inerte. Era el siguiente paso, tal vez el definitivo, en la consecución de lo monstruoso, un objetivo que la artista argentina perseguía tras explorar la vía del rediseño del cuerpo humano, que subyace de fondo y es el denominador común en sus últimos trabajos.
Todas estas ideas, y algunas otras todavía en ciernes o en proceso de investigación, son las que darán forma a la exposición individual que Maculan presentará, a partir del 17 de febrero, en OTR. Espacio de arte, comisariada por Claudia Rodríguez Ponga, y que llevará por nombre 'El lugar viendo'. «Es una de las definiciones de qué es el teatro en la antigüedad: un lugar de contemplación, un ámbito de representación y, en definitiva, un lugar donde uno ve algo», explica la artista. La muestra se construye en torno a la dramaturgia y el teatro griego, una temática que remite a su última exposición, 'Escenario', que presentó en la galería Smart de Buenos Aires.
Conectar con el futuro
Sin apartar la mirada de sus obras, como si estas fueran a darle las palabras que necesita para explicarse, Maculan desentraña las interioridades de sus proyectos pasados, que de alguna manera conectan con el futuro. «Voy a seguir el camino de liberación de la obra en el espacio. Al quedar liberada, tiene otra función: las piezas ya son más cuerpos, más esculturales, y no son tan siluetas», resume.
En esa línea, comenta que, cuando comenzó a mover las piezas y a llevarlas hacia el espacio, estas empezaron a desarrollar un carácter antropomórfico. «Lo que eran pinturas en la pared, se transformaron en figuras. Al estar sometidas a la gravedad, revelan su peso. A partir de ahí, empecé a ver cuerpos y personajes, y al activarlos, comencé a pensar en la posibilidad de narrar una historia, de que sean personajes de algún relato».
Explorando esa vía, llegó al teatro griego. «Los títulos que pensaba para los trabajos –las Cariátides, las Gorgonas, los Cetros– hacían referencia, no a algo contemporáneo, sino a algo que venía de otro momento», señala la artista. «Me fui a lo griego porque me interesa la construcción de los mitos, los personajes fantásticos, para poder contar estructuras incluso psíquicas», añade. Precisamente, el teatro griego articulará toda la exposición, concebida de manera distinta para cada una de las tres salas del espacio.
En la planta superior, Maculan desplegará sus Cariátides, unas columnas de tela suspendidas en el espacio que actúan a modo de coro y que, en palabras de la artista, «juegan con la idea de quién es el espectador y quién mira a quién».
«Me fui a lo griego porque me interesa la construcción de los mitos, los personajes fantásticos, para poder contar estructuras incluso psíquicas»
Para la planta inferior, el plato fuerte, la novedad. Las 'Gorgonas', como llama a unas piezas de madera que se articulan formando extremidades casi abstractas, se unirán formando un friso «que narra de alguna manera la historia de estos cuerpos que ya no están definidos», explica. «Hay un deseo de rediseñar, de reordenar estos cuerpos que podrían ser como de otra naturaleza», insiste la artista. Lo lúdico y lo teatral cobrará fuerza en la tercera y última sala, implicando al público y los personajes en un juego de sombras.
«Y es ahí donde tengo algo proyectado, pero no mucho más. Empezaré la próxima semana a trabajar en el espacio, porque hay mucho que se define estando ahí; los proyectos no están completamente cerrados hasta que no llego al espacio. También hay cosas que se definen por intuición o por necesidad».
Un espacio independiente
Cuando aterrizó en Madrid hace 10 años, Maculan intentó continuar los proyectos que estaba desarrollando en Buenos Aires, inspirados en la ciudad, en las cicatrices de las crisis económicas, pero no pudo. «Tuve una crisis», confiesa. No conocía a nadie, así que tuvo que abrirse hueco. Su método fue impulsar un proyecto individual e independiente, Alimentación 30, que utiliza el escaparate de una tienda abandonada para mostrar arte. «La intención era que fuera una vitrina donde pasaras caminando y te encontraras con una propuesta de arte contemporáneo sin ningún tipo de filtro», explica.
Alimentación 30 le ha permitido conocer a otros artistas y elaborar su agenda de contactos. «Empecé con Iñaki Chávarri y lo que se me ocurrió para conocer más autores fue decirle: 'Sugiéreme tres más y me pasas el contacto'. Y a cada uno que invitaba le iba diciendo lo mismo. Y así fui armando una red de contactos».
«La intención de Alimentación 30 era ser una vitrina donde pasaras caminando y te encontraras con una propuesta de arte contemporáneo sin ningún tipo de filtro», explica
Siempre son otros artistas los que exponen sus obras, nunca Maculan: «El día que cierre, creo que cerraré conmigo», bromea. Hasta ese momento, por Alimentación 30 seguirán pasando nombres con mayor o menor trayectoria. «Hay artistas que cuando yo los convoqué tenían muy poca trayectoria, y ahora tienen otro lugar dentro del ámbito contemporáneo de Madrid», afirma.
Es un espacio independiente, al margen de las grandes galerías, pero en su terreno. La tienda se ubica en la calle del Doctor Fourquet, una de las vías más pobladas por galerías de arte. Dentro de la tienda sigue viviendo su propietario, Domingo. «Le propuse la idea, habló con su hijo y esa misma tarde me dijo que sí», comenta. «Fue como esas cosas que tienen que suceder, no tiene demasiada vuelta».
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