CRÍTICA DE:

'El plus de goce', de Slavoj Zizek: ¿por qué disfrutamos de nuestra opresión?

Ensayo

Libro excelente en donde no hay tema de actualidad que no se trate, unas veces con mayor acierto que otras, pero siempre muy interesante sobre el difícil mundo en el que vivimos

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Zizek vuelve a hacerse la misma pregunta freudiana: ¿por qué disfrutamos de la opresión, de la represión, del miedo, el castigo, del soborno por nuestra obediencia? Hay en esto un placer depravado, perverso. Lacan lo denominó «plus de goce». Algo semejante a lo ... que Marx había calificado como «valor añadido».

Si al dolor se le añade el «plus de goce» se convierte en placer, y si se hace con el odio puede surgir el amor. Zizek habla de un capitalismo más revolucionario que la izquierda tradicional. Y a esa involución de la izquierda enredada en obligarnos a adoptar nuevos aspectos morales caducos, le antepone lo que él denomina como poscapitalismo.

ENSAYO

'El plus de goce'

  • Autor Slavoj Zizek
  • Editorial Paidós
  • Año 2024
  • Páginas 422
  • Precio 29 euros

La izquierda se ha vuelto neoconservadora, sin ideas ni soluciones. Y mientras esto sucede el intelecto general se está privatizando. Bill Gates con Microsoft «robó» el intelecto general. Jeff Bezos hizo algo semejante con Amazon. Luego siguieron empresas como Apple, Facebook y demás. Los bienes comunes se han privatizado. Y de ser los ciudadanos propietarios cooperativistas, pasamos a ser siervos que pagamos un alto alquiler a ese nuevo propietario ilegal del bien común.

¿Dónde estaba la izquierda para hacer frente a este nuevo totalitarismo tecnológico? El 2% de la riqueza de Elon Musk acabaría inmediatamente con el hambre en el mundo. ¿Pero qué estado ha sido hasta ahora capaz de reclamárselo? ¿Dónde la solidaridad?

La Cultura y la Educación, en nuestros días están domesticadas en su gran mayoría

Zizek, que siempre está acostumbrado a hacer grandes afirmaciones que se convierten en titulares, afirma que la Historia ya no está de nuestra parte, sino que nos lleva al suicidio colectivo. Vivimos en la época del «poscapitalismo corporativista neofeudal» donde lo que percibimos como realidad es otra ficción más. «Las ficciones no están fuera de la realidad, sino que se materializan en nuestras interacciones sociales, en nuestras instituciones y costumbres; como podemos observar en el caos actual, si destruimos las ficciones en las que se basan las interacciones sociales, nuestra propia realidad social empieza a desintegrarse», escribe Zizek.

En medio de las envejecidas derivas neocomunistas y el poscapitalismo en manos de cada vez más pocos, está la ciencia y la tecnología acaparando un poder que se superpone a estas ideologías depauperadas. Una ciencia y tecnología a veces peligrosa por su falta de control y los usos indebidos a los que pueda tender. Pero Zizek el mayor peligro lo ve en la alianza específica entre la ciencia y el capital. ¿El poscapitalismo se está transformando en cienciatecnología? ¿En vez de ser antropocenos estamos convirtiéndonos en capitolocenos? A esta unión de la ciencia y el capital, Adorno y Horkheimer, la calificaron como «razón instrumental».

Dictadores del todo

La ciencia siempre ha estado atrincherada en el lado del capital, «pues es la última forma de conocimiento que se les arrebata a los trabajadores y de la que se apodera el capital», dice Zizek. Las nuevas tecnologías profetizaron una sociedad totalmente igualitaria y de la abundancia. Pero hasta ahora solo se han hecho multimillonarios los dueños de esas grandes empresas totalitarias y nada se ha repartido.

La democracia, como muy bien sabemos, siempre ha estado en peligro. Pero incluso Badiou va más allá: «Hoy el enemigo no se llama imperio o capital, sino que se llama democracia. La forma democrática de la lucha contra el capitalismo». De nuevo, el uso público de la razón está destruido. Ya estamos a punto de perder incluso la capacidad de intervenir en nuestro propio destino. «No hay ningún Gran Otro», escribió Lacan. Pero hoy sí existe. Es un Gran Otro virtual, sin realidad sustancial propia, una máquina del Ello movida por esos «dictadores del todo». Neuralink es una empresa neurotecnológica fundada por Musk. Desarrolla interfaces implantables en el cerebro-computadora en interfaz cerebro-máquina.

Vía de comunicación entre un cerebro mejorado y un dispositivo externo, y luego entre los propios cerebros. ¿Conciencia compartida? ¿Hay alguna dimensión que escape a su comprensión? La expresión de Rancière, «el paradigma del cogito onírico». Nada menos que el cogito y el territorio de los sueños en donde persiste el inconsciente. El plusvalor del nuevo poscapitalismo científico tecnológico en manos incontrolables, absorberá hasta nuestro plus goce.

La izquierda se ha vuelto neoconservadora, sin ideas ni soluciones

Al vivir en el goce, no nos sentimos culpables de saltarnos las prohibiciones. El goce es un derecho. Pero ¿se puede vivir en un mundo de transgresiones permanentes? ¿Este «plus de goce» a dónde conduce? ¿El poscapitalismo tecnológico nos dará la total libertad? Matthew Flisfeder diferencia el «antihumanismo teórico» de los años sesenta, del poshumanismo actual. El primero proclamó la muerte del sujeto; el segundo la muerte de lo humano. En ello llevamos ya mucho tiempo afanándonos. Libro excelente el de Zizek en donde no hay tema de actualidad que no se trate, unas veces con mayor acierto que otras, pero siempre muy interesante para darnos cuenta en el confuso y difícil mundo en el que vivimos.

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