CRÍTICA DE:
Eadweard Muybridge en el Museo Universidad de Navarra: la realidad nunca advertida
Pamplona
Una completa mirada a uno de los pioneros de la foto y la imagen en movimiento en el Museo Universidad de Navarra

'The Photographer', ópera de cámara de Philip Glass, se estrenó en 1982. El fotógrafo del título es Eadweard Muybridge (1830-1904). Dentro de aquel tiempo posmoderno, el interés por este personaje decimonónico resultaba significativo. Unos años antes, el mismo Glass había puesto la ... música para una coreografía de Lucinda Childs, en colaboración con Sol LeWitt. Y el viejo Muybridge como referente.
Las instantáneas de aquel fotógrafo, aquellas imágenes del mismo animal o el mismo modelo humano presentadas en secuencias, en sucesivas etapas de su locomoción, con brevísimos intervalos entre ellas, detallando leves variaciones de sus extremidades, sobre fondos pautados, no podían leerse entonces sino como un minimalismo y un conceptualismo 'avant la lettre'.
Las ráfagas musicales de Glass ilustraban lo repetitivo de Muybridge. El aspecto serial de sus imágenes se hacía hermano de las variaciones geométricas del propio Sol LeWitt o, en la escena española, de Elena Asins. De 1990 será un notable ensayo de Kirk Varnedoe ('A Fine Disregard') donde Muybridge y su contemporáneo francés Marey, con sus cronofotografías, se insertan junto a Degas o Rodin en la genealogía de la modernidad, del amor por la fragmentación y la repetición.
A punto de morir
Eadweard Muybridge se llamaba en realidad Edward James Muggeridge, un inglés que fue a probar fortuna a EE.UU.. Allí, un raro incidente a punto estuvo de llevarlo al cadalso. Había liquidado de un tiro al amante de su mujer. Pero su abogado se las ingenió para que lo absolvieran. Por entonces, era reconocido como fotógrafo paisajista. Retrató a los nativos americanos y las escenografías sublimes del Oeste.
Afincado en San Francisco, es allí donde contactó con él Leland Stanford, magnate de los ferrocarriles y apasionado de los caballos, para que resolviera, gracias a la foto, un dilema. Los cuatro cascos del caballo al galope, ¿llegaban a abandonar juntos el suelo? Muybridge certificó que sí, pero que aquello sucedía de un modo muy distinto al que se imaginaba y como lo representaban convencionalmente los pintores.
Muybridge pertenece a la estirpe de los Edison y de los Graham Bell, fue un hijo de aquel tiempo en que se daba la vuelta al mundo en 80 días. El reto de Stanford le llevó a ingeniar un sistema de obturadores eléctricos, a mejorar los procedimientos químicos y a diseñar un plató increíble, con una secuencia de cámaras que accionaban los propios caballos al pasar. Todos estos desarrollos, iniciados en California en 1872, llegaron al extremo de su sofisticación en la Universidad de Pensilvania, donde apostaron por él, como por un gran científico, dando como fruto el álbum 'Animal Locomotion', de 1887. Este álbum es la base de la exposición en el Museo de la Universidad de Navarra basada en fondos de la colección de Ernesto Fernández Holmann y Marta Regina Fischer.



Veremos que Muybridge y sus colaboradores fueron mucho más allá de los caballos. Experimentaron con todo tipo de animales. Y aquí veremos dromedarios o camellos, y diseccionaremos el vuelo de las aves. Pero, sobre todo, se analizará el cuerpo humano en movimiento. Con la excusa de la Ciencia, hombres y mujeres se desplazan desnudos o casi. Se descomponen en doce secuencias gestos simples, así el de una chica, recogiendo del suelo una cesta para colocársela sobre la cabeza. Es como si una modelo de Ingres cobrara vida.
Otra mujer bajará una escalera, multiplicándose, como anticipo del desnudo de Duchamp. La exposición de Pamplona también incorpora imágenes en movimiento. Muybridge se adelantó unos años al invento oficial del cine, y creó dispositivos para dar vida a sus fotogramas. Una especie de GIF decimonónico.
Esta cita encaja en la estrategia del Museo de la Universidad de Navarra. Valentín Vallhonrat e Ignacio Miguéliz plantean como comisarios una lectura de la fotografía como arte, pero también como herramienta de conocimiento. Esto se aprecia en la gran exposición que convive con esta, 'Cuatro décadas', la que repasa la colección del Museo, con un peso enorme de lo fotográfico. Y se apreció también en otras pasadas, sobre todo en aquella que se tituló 'Una tierra prometida', que revisaba los antecedentes de la fotografía y sus primeros pasos.

Eadweard Muybridge
Museo Universidad de Navarra. Pamplona. Campus Universitario, s/n. Comisarios: Valentín Vallhonrat e Ignacio Miguéliz. Hasta el 24 de agosto. Cuatro estrellas.
Lo mágico en Muybridge tiene que ver con una cotidianidad nunca antes revelada, algo que parecía esperar al medio fotográfico, siempre presente pero jamás visto. Una aproximación eminentemente moderna entre arte y vida.
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