ARCO 2023
Dos galerías no son multitud
Los espacios que comparten estand priman el espíritu colaborativo por encima del ahorro económico que pueda suponer
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Daniel Cebreiro
Madrid
Compartir es vivir. Ese es el lema que llevan por bandera las galerías que, en vez de asumir un espacio independiente, optan por unirse y exponer su obra en el mismo estand. Su motivación para ello va más allá de lo meramente económico.
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'Motivos de peso' para pasarse por el estand de ABC
Javier Díaz-Guardiola
Así ... lo piensan Arróniz Arte Contemporáneo, con sede en Ciudad de México, y Nueveochenta, ubicada en Bogotá. Ambas concibieron en 2016 el proyecto NoPlace, una plataforma experimental alternativa a los lugares usuales dentro del mercado del arte. A raíz de dicha iniciativa, surgió la oportunidad de volver a las ferias de manera colaborativa. «La convivencia no se lleva a cabo como solución a una necesidad económica o logística, sino como consecuencia de una idea común y que da lugar a una presencia colectiva que el público identifica», reconoce Gustavo Arróniz. «Ayuda a repartir los gastos del evento, pero va más allá de eso», sentencia.
Bärbel Grässlin y Ehrhardt Flórez saben más que nadie en el arte de convivir en este tipo de entornos. Las galerías alemana y madrileña llevan 30 años acudiendo a citas de manera conjunta, ARCOmadrid entre ellas. «La razón principal –admite Bärbel Grässlin, la directora del espacio germánico– es la cooperación que existe entre nosotras». Su pasado como socios en Fráncfort, sumado a los artistas que comparten en la actualidad, provoca que no conciban otra posibilidad que compartir estand.
Artistas como punto de encuentro
En ocasiones, la vida en común entre amigos puede hacer que se resienta la relación. No es el caso de House of Chappaz, visitable en Barcelona y Valencia, y Joey Ramone, basada en Rótterdam. Ambas galerías se conocieron en una feria parisina en 2014, se adentraron en ARCO en 2017 y, un año después, coincidieron como representantes de las autoras Momu & No Es, lo que les concedió la oportunidad de llevar a cabo más proyectos de forma conjunta. Ismael Chappaz, director artístico del espacio español, mantiene que resulta apasionante afrontar planes comunes, ya que ambos tienen «el mismo espíritu». Respecto al factor económico, confiesa que «son menos gastos, pero también las ganancias son menores, con lo cual el resultado es el mismo».
Por último, los caminos de Livie Gallery y Ruth Benzacar se unieron gracias a Sofía Durrieu, una artista argentina que reside a caballo entre Buenos Aires y Basilea. Esta circunstancia permitió que ambos espacios, ubicados en Zúrich y en la ciudad bonaerense respectivamente, optaran por exponer su obra, razón por la que comparten estand estos días en Madrid. «Por supuesto que hay un ahorro económico, pero esta relación artística tiene más que ver con el espíritu colaborativo que ambas queremos mostrar», asevera Marie Christine Livie, directora de la galería suiza.
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