ARTE
Cuerpos y ceremonias de Otobong Nkanga
Valencia
La creadora nigeriana, protagonista en Kassel 2017 y Venecia 2019, introduce en el IVAM su crítica al neocolonialismo
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'Dejando rastros en la distancia' (2021), de Otobong Nkanga
Acaso lo que mejor distinga a Otobong Nkanga (Kano, Nigeria, 1974) de la mayoría de los artistas dedicados a asuntos como la crítica de la mercantilización –entre otros argumentos relacionados con la sobreexplotación, especialmente, en su caso, de los recursos minerales, la crítica del ... poscolonialismo, las guerras propiciadas por las multinacionales...– sea su fidelidad a la anticuada concepción del artista como individuo enfrascado en el análisis de unos rasgos estilísticos personales propios y difícilmente transferibles, y no como un frío e impersonal cronista de –casi siempre unos muy concretos y decimonónicos aspectos- su momento histórico. Señalaré al respecto que a veces (no) cuesta comprender la promoción de ciertas derivas.
En el caso de Nkanga, como puede comprobarse comparando las piezas que presentó en la Documenta de Kassel de 2017 o las que realizó en el Hospital de San Juan de Brujas el año pasado con las que presenta en el IVAM, es fácil advertir la persistencia de materiales como el tapiz o la cerámica, de iconos como las cuerdas o los hilos destinados a establecer una serie de conexiones simbólicas entre los cuerpos y las materias, de esferas de colores, de las representaciones -y presentaciones- de las rocas y la tierra, de personajes sin cabeza ni manos, o de hierbas, aceites y esencias.
Instalaciones habitables
Instalaciones habitables híbridas y zigzagueantes –a lo alto y a lo ancho–, perfumadas, no exentas pues de cierto barroquismo que pueden ser monumentales –como 'Weather Report', la pieza realizada especialmente para esta exposición, que ocupa toda la pared de la sala central, unos treinta metros– que se acompañan de 'performances' y de los objetos empleados en su realización.
La espléndida exposición que le dedica el IVAM a las dos últimas décadas de la producción de esta artista nigeriana formada en París y Ámsterdam –y tan alejada del discurso anticolonial imperante como del etnicismo 'à la page'–, Mención Especial en la Bienal de Venecia de 2019, se compone de una sala completa dedicada al dibujo, tres instalaciones, los materiales correspondientes a dos 'performances', tres tapices y un 'site specific project' inspirado por la luz de Valencia, protagonizado en su mayor parte por los centenares de perturbadores objetos de cerámica de Manises que la artista ha realizado junto a artesanos locales –lo cual es recurrente en su trabajo– a lo largo de los últimos meses.
En los dibujos, de un esquematismo muy personal y una paleta de colores cálidos y terrosos, la artista mezcla recuerdos, mensajes políticos, traumas, poesía, nostalgia y metáforas de lo femenino. La instalación 'Tallado para fuir' (2017), que se presentó ya en Atenas y Kassel, es un proyecto de economía circular protagonizado por pastillas de jabón de diversas formas y tamaños (que son puestos a la venta para financiar un espacio artístico en Atenas y una ONG en Nigeria) apilados y secados según las técnicas tradicionales de distintos países.
Por su parte, 'Solid Maneuvres' (2015) representa una cantera abandonada y consiste en un suelo de ceniza volcánica y un paisaje convertido en receptáculos invertidos. Y, en la sala central, junto al gran mural escultórico y un instrumento destinado a recoger residuos del mar utilizado en sendas 'performances' en Escocia y El Saler, hay unas zonas compuestas de tapices, metáforas del refugio, platos con especias y esencias, cuerdas, tarros de cerámica, esferas y otros objetos rituales.
Otobong Nkanga
'Anhelo de luz del sur'. IVAM. Valencia. C/ Guillén de Castro, 118. Comisaria: Nuria Enguita. Hasta el 14 de enero de 2024
Un universo totalmente personal que no dejará indiferente a nadie y que es al tiempo una crítica del saqueo y la violencia y un canto esperanzado y emocionante a nuestra unión con la tierra.