Contexto valenciano en el IVAM: primeros pasos, últimas propuestas

La primera es fruto de dos años de intenso trabajo de campo y de investigación por parte de los comisarios, que han tratado de ordenar e iluminar una de las etapas más oscuras y menos conocidas de las artes plásticas valencianas.

Al contexto general marcado por la reconstrucción y el aislamiento (1947-1960), cabe añadir la situación de los estudios artísticos, encorsetados entre el academicismo conservador y el exitoso iluminismo sorollista. No había lugar para la abstracción (verdadero motor de cambio estético occidental desde los inicios del siglo XX).

Será fuera de las aulas de la Escuela de Bellas Artes de San Carlos donde jóvenes estudiantes discutían sobre el presente en grupos como Grupo Z o Grupo los 7, dando pie y pábulo a la crítica, la resistencia y a obras dispares en las que la diversidad fue abriendo las puertas de una modernidad y abstraccionismo tardíos.

Mas de 200 obras se despliegan a lo largo de las salas. El principio y el final replican los montajes acumulativos de la época y exigen atención y paciencia para disfrutar de los hallazgos y las sorpresas que encierran. Entre ambos, una interesante serie de bloques temáticos claramente definidos: la renovación de las artes eclesiales; el muralismo, la arquitectura del ocio y la vivienda social; Eugenio d'Ors y la inspiración metafísica.

Junto a nombres sobradamente conocidos: Manolo Gil, Jacinta Gil,Eusebio Sempere,Joaquín Michavila, Vicente Castellano, Juan Genovés, Nassio Bayarri… Se incluyen artistas poco estudiados, por no decir olvidados: Ángeles Ballester, José Vento, Rosa Fagoaga, Manuel Baeza… Encomiable esfuerzo de recuperación y vindicación que merece la pena recorrer con calma, con el móvil y una libreta para tomar notas. Un retrato caleidoscópico de un periodo complicado entre cuyas sombras no dejaron de asomar interesantes intentos que ahora brillan rescatados.

También dos años han transcurrido desde el inicio del proyecto expositivo 'Pausa y disputa', entiendo que con la selección de los seis artistas implicados: Bella Báguena, Pablo Bolumar, Marco Henri, Sandra Mar,Juan de Dios Morenilla y Gema Quiles, tal ha sido la libertad electiva de los comisarios. En palabras suyas: la figura del comisario disputa al artista la autoría del hecho expositivo, hecho que focalizan en la figura de Harald Szeemann en la década de los sesenta del siglo pasado.

A lo visto, su reacción ha sido trasladar a los propios artistas el diseño expositivo inspirados en el concepto de laberinto. Ahora bien, el planteamiento visual se aproxima más a un tendedero con elegantes sábanas semitransparentes que aíslan e independizan cada una de las propuestas pretendidamente instalativas. Sin embargo, volviendo a los comisarios, sí parecen seguir los criterios que atribuyen a esos pretéritos estrella: se prioriza aspectos discursivos y afectivos sobre otros de tipo histórico o científico.

Principio y fin en el IVAM

'Atreverse a más. Valencia antes del arte normativo (1947-1960)'. Colectiva. Comisarios: Joan Ramón Escrivá y Nacho París. Hasta el 1 de febrero. Cuatro estrellas.

'Disputa y pausa. Arte y contexto (2023-2025)'. Colectiva. Comisarias: Júlia Castelló y Ali A. Maderuelo. Hasta el 11 de enero. Dos estrellas.

IVAM. Valencia. C/ Guillén de Castro, 118

El resultado es un conjunto dispar en el que cada artista despliega –¿libre o dialogada?– su propuesta. No entrando en detalles, resumiría diciendo que esos dos años no se ha optimizado como una inversión a la altura del contenedor 'contra' el que se quería combatir.