Entre broma y broma... La Colección Bergé 'tomada a risa'

Siguiendo con esas premisas de apoyo a la investigación y experimentación, y no perdiendo de vista su nombre primigéneo (estar situado en el campus y formar parte de la vida universitaria), nos acerca esta vez a la exposición final del programa de estudios de comisariado que da la oportunidad a Eva del Llano, María Gallegos y Jaime Guillén para aprovechar la majestuosidad del centro y su esencia al releer una de las colecciones más interesantes por diversa desde los años ochenta.

Los jóvenes curadores, en un alarde de inteligencia, escogen una serie de piezas de la Colección Bergé de gran valor estético y sorpresivo en su factura, dibujando con ellas un mapa tremendamente seductor no exento de reflexión en la sala de la torre del museo. El MUN (MUNAV en sus inicios) marca siempre sus recorridos por lo peculiar de su arquitectura que, en esta ocasión, induce al espectador a visitar un proyecto en el que el emplazamiento de las piezas juega un papel clave.

La cita parece dividida en dos espacios: uno que vincula más el texto con la imagen, y otra con una carga más tridimensional compuesta por instalaciones y piezas que nos sacan, en mayor o menor medida, una sonrisa cómplice desde la ironía de sus autores. La muestra exhibe el trabajo de 15 artistas nacionales e internacionales y pone en valor el humor como proceso creativo del pensamiento crítico.

Destaca de la propuesta que es una exhibición cómoda, fácil de digerir y completamente contemporánea, accesible para todos los públicos sin importar su bagaje de conocimientos, ya que un visitante no iniciado podrá disfrutar de lo más puramente estético e irónico, incluso sorpresivo; y un público profesional encontrará multitud de referencias a diferentes momentos del arte contemporáneo y trayectorias de artistas como Anna Barriball, Andrea Bowers, Liz Arnold, Werner Reiterer, Dora García,Martin Creed, David Shrigley o Erwim Wurm, éste último elegido como imagen icónica de la muestra con su 'Fat Car' (2000).

Los comisarios recurren a Foucault que, en una de sus reflexiones, afirma que el arte es «el responsable de enfrentarse a los poderes biopolíticos de nuestra época» y, sobre todo, «es en el arte donde se concentran en nuestro mundo las formas más intensas de un decir veraz que tienen el coraje de correr el riesgo de ofender». Así que no queda tan lejano el refranero español con la cita inicial y, en este caso, deja claro que la misión del artista es crear imágenes con un poder o significado que pueda producir un cambio en la forma de ver o entender la sociedad.

El arte y el humor se convierten, por tanto, en la reflexión comisarial, en un arma subversiva, desestabilizadora, de cuestionamiento y ruptura de prejuicios. Los comisarios han conseguido crear un recorrido placentero y apto para todos para el recuerdo y la recuperación de nuestras memorias con la incorporación de una sección en la que encontrarnos con libros entre los que ojear y recordar a personajes como Mafalda, Tintín o Mortadelo y Filemón, conectando algunas de las obras expuestas con todos los públicos de cualquier generación, ya que incorporan, además, una relación de 'memes' como lenguaje social más contemporáneo, sirviendo todo ello como nexo con el único artista que no forma parte de la colección, Pablo Helguera, del que incorporan sus 'Artoons'.

Sin duda, los tres comisarios han llegado a ser seleccionados por este TFM con gran acierto pues es una visión la suya que, lejana al entorpecimiento que a veces nos proponen las aparentemente sesudas sesiones comisariales de cartelas, lecturas infinitas y escaso sentido estético, subraya que el arte, por supuesto, también es divertido y valioso por su mero placer lúdico y estético sin profundizar (o sí) en la reflexión grandilocuente. Así puede dejarse abierta la posibilidad a que el espectador decida cuál es su nivel de profundidad en el acercamiento a cualquier propuesta sin necesidad de conocimientos previos.

'Una broma es una cosa seria'

Colectiva. Museo Universidad de Navarra. Pamplona. Campus Universitario, s/n. Comisarios: Eva del Llano, María Gallegos y Jaime Guillén. Hasta el 21 de octubre

Mejor nos iría, en ocasiones, en grandes centros, si dejásemos que el público primara por decisión propia el nivel de comprensión al que desea someterse y no forzásemos el intelectualismo en la aproximación a algo tan valioso como es la reflexión contemporánea.