MERCADO
ArteSantander 2024: tomar impulso con el peligro de desfondarse
SANTANDER
Cambio en la dirección de esta feria decana de arte en España. Mónica Álvarez Careaga diluye su identidad de los últimos 15 años en pos de una cita que hace más guiños al mercado y menos a la fiesta
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Santander
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Iniciar sesiónTras más de 20 años llevando el timón de una feria varada en la santanderina playa del Sardinero, Juan Riancho se baja del barco de ArteSantander (lo hace solo como director, continúa como galerista, y posiblemente para agradecérsele los servicios prestados, en un ... estand con 'buenas vistas' a la entrada) y cede el testigo a Mónica Álvarez Careaga. No es la nueva regidora nueva en estas lides. Su currículum nos recuerda su experiencia en citas de naturaleza similar como Drawing Room, cuya edición en Madrid alcanzó las siete entregas y que en octubre se sigue celebrando en su versión lisboeta.
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A Careaga le pesan los laureles de su antecesor, y por ello los cambios en la que será su 32 edición desde este viernes hasta el 16 de julio en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, han sido muy medidos y meditados. Sigue siendo esta una feria de formato medio (cuarenta galerías), eminentemente de firmas y artistas españoles, que su nueva directora asume con dos líneas claras en su propuesta: la internacionalización del salón (palabra mágica esta entre las ferias españolas) y su consolidación en el mercado.
El exótico panorama galerístico español
Con respecto a lo primero, esto llega más por la renovación de su comité de selección, íntegramente extranjero (los comisarios Carlos Pinto y Jan Philipp Fruehsorge, la responsable de la feria MIA de fotografía Sofia Boffardi y el coleccionista Yun Jin Choi), que por el número de galerías de fuera de nuestras fronteras que participan (son ocho este 2024, con Portugal arrasando en el medallero, posiblemente por la trayectoria de Careaga). Al nuevo equipo le ha tocado no tanto traer a nuevos postulantes como reducir de 60 (número de instancias recibidas este año por la feria) a 40 y conocer así el que les ha tenido que resultar 'exótico' panorama galerístico patrio. De hecho, el apoyo institucional del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander asegura el 'pase a la final' de las galerías locales (cuatro en este año: Espacio Alexandra, Juan Silió,Mecha y Siboney), aunque eso suponga, como en Eurovisión y el Big Five, que se cuele alguna candidatura 'a lo Nebulossa'.
En cuanto a lo segundo, la apuesta por el mercado, la medida más evidente en el nuevo salón de Álvarez Careaga es el fin del modelo de 'solo projects', o estands con un único artista, que la feria fomentaba desde la crisis de 2008 (y seña de identidad de Riancho), en pos de una propuesta más abierta en la que cada galería apuesta por el número de artistas que considera oportuno. El nuevo formato, como es lógico, tiene sus seguidores y sus detractores. Para la directora, «supone acabar con un modelo bienalístico, pero da más opciones a los coleccionistas, que si no les gustaba una propuesta reducían la feria a un pequeño número de expositores y la veían en muy poco tiempo. Además, a poco que no pudieran venir la mitad, esta se quedaba vacía de creadores».
Para firmas como Salgadeiras (con una propuesta coherente sobre la memoria de Eva Díez y Rui Soares), beneficia «a los que venimos de lejos, pues da pie a enseñar mejor cómo y con quien trabajamos. Así no nos la jugamos a una carta». En Antonia Puyó, con uno de los estands más instalativos, de la mano de Leticia Martínez Pérez, la novedad les han pillado con el pie cambiado: no es la primera galería que, conociendo el modelo, ya tenía apalabrado el espacio a su artista y no tenía sentido recular. Aquí echan en falta «la imagen compacta y distintiva» que daba la feria hasta este año.
Porque es cierto que este cambio, no tan pequeño, diluye la personalidad de la feria y la iguala a muchas otras. Pero quizás lo que pueda resultar más perturbador sea las ausencias, motivadas por otro cambio: el cobro desde este año de 1.000 euros (hasta ahora esta era una feria patrocinanda por los estamentos públicos, España es así) a cada exhibidor. Esto, qué duda cabe, ha echado para atrás a muchos habituales en el salón y a nuevas firmas que se habían atrevido a dar el primer paso. No seré yo el que los recuerde, sino que recojo, sin decir el pecador, los nombres que durante el montaje me dieron algunos galeristas de otros colegas a los que echan este 2024 en falta: José de la Mano, Rafael Ortiz,Espacio Mínimo,Moisés Pérez de Albéniz, etHall... No les estoy hablando de unos cualquiera. 'Santander no és bona si la bolsa sona'.
"Menos samba y mais traballar"
Así que tenemos una feria que mira más al negocio y menos a la fiesta. "Menos samba y mais traballar", que decía aquel. Que renuncia a lo que la caracterizó y singularizó en pos de un modelo más convencional con firmas que salvan los muebles de la edición pero que no invitan a tirar cohetes. Pero no está todo perdido. La directora aún se guarda alguna baza. En tiempo record ha puesto en marcha una web, ha cambiado el diseño de la misma y de la señalética del salón y ha pensado en una distribución de los estands que les da amplitud y favorece las circulaciones, poniendo incluso en valor el edificio que la alberga. Dado que los cubículos van a recoger obras de más artistas, también estos crecen, pasando de los 4 a los seis metros en su fondo. A algunos como a Rafael Pérez Hernando, que convoca a una Rosalía Banet pintora tras 12 años sin usar los pinceles, quizás ahora le sobra pared blanca y le faltan cuadros. Se recupera además la planta superior del edificio (ocupada el año pasado por una exposición inmersiva que nunca se debió dar), lo que acaba con las desigualdades de unos u otros espacios en función del pasillo que toque.
Y que se pueda romper con el monopolio del artista único en cada estand no significa que las galerías hayan tirado la casa por la ventana. Siguen apostando por el modelo anterior 16 firmas. Los más sobresalientes, sin duda, los de Llamazares Galería, con una renovada Estefanía Martín Sáenz (ya premiada antes de arrancar la feria), y el FOD de museo en Juan Silió. El resto, no sobrepasan los dos o tres artistas. Y se apuesta por el mercado, pero un mercado muy, muy conservador. Aquí abunda el dibujo y la pintura. Alguna escultura. Foto, poca, quizás destacable la de Galería de Arte A Ciegas o la de Aurora Vigil, con una instalación inspirada en la Virgen de Regla con redes de pescadores, rescatadas en la misma playa del Sardinero, por la cubana Alejandra Glez. Al vídeo, ni se le espera. Los precios medios rondan los 3.000-6.000 euros. Se piensa, y así lo constata el nuevo programa de coleccionistas, en el comprador joven. Esta es la feria que no quiere el ministro Urtasun que veas: Nada de descolonización. Si acaso, un poquito de crítica medioambiental y un algo más de feminismo (más de la mitad de los artistas son mujeres). ¡Y cuántas galerías canarias en el mismo espacio: ATC (un descubrimiento), Manuel Ojeda, Artizar...!
Así que déjense llevar. Merece haber llegado hasta aquí las propuestas de Ruth Morán y Danel Martín Corona en Ángeles Baños, una galería que le es fiel a la feria desde hace 20 años. De entre los que se estrenan, el soberbio dibujo de Santiago Talavera y su guiño al desastre en forma de ruina (y dibujo) en Víctor Lope. También los duetos que conforman Lin Calle y Gustavo Pérez en Memoria o la manera de evocar el infinito de Miguel Gómez Losada y Alejandro Ginés, inspirándose en Giacometti. Se pararán, porque lo harán, en las propuestas escultóricas de Raquel Lara (sobre todo ante la monumental, pero miren cómo dibuja con serpentinas) frente a las máquinas dibujantes y dibujadas de Ignacio García en Gabinete de Dibujos, o la acidez de Lua Gándara y la escultura efervescente de Ana Rod en Modus Operandi.
ArteSantander 2024
XXXII edición. Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander. Santander. Directora: Mónica Álvarez Areaga. Precio: Gratuito. Del 12 al 16 de julio
La feria, como les ocurre a todas, cuenta luego con su «ruido necesario»: premios (se estrena el de Residencia Artística Celestino Cuevas); una sección editorial para librerías y editoriales de Cantabria; un escenario para las charlas (ART TALKS), fruto de la colaboración con Santander Music (que organiza una pequeña expo con obras de artistas que han participado estos últimos años con el festival, de Mariscal a Raúl Allén) y, fruto de estas carambolas del destino en forma de convenios de patrocinio, un espacio para el Instituto de Estudios Baleáricos(sic), que beneficia a Catalina Julve. ArteSantader toma aire para coger impulso. Esperemos que no se desfonde. Es solo el primer año, esperemos que de muchos.
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