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¡Apruébanos a todos!
Comienza a verse el gran desastre de la ley Celaá. Ya se sabía, pero ahora lo vemos en nuestros hijos y nietos
En el comienzo de curso, comienzan a verse los frutos lamentables de la ley Celáa: ya lo sabía, claro está, cualquiera que se hubiera molestado en informarse pero no es lo mismo escuchar algo sobre un proyecto que vivir los daños, en las carnes de ... nuestros hijos y nietos.
Ya han empezado a publicarse algunos ejemplos de los nuevos libros de texto: lenguaje inclusivo; cambio climático; manipulación histórica; animalismo; abolir la masculinidad; amor a la tierra… Todos los tópicos sin los que ahora no puedes ir por el mundo sin ser tachado de facha.
Hay problemas de fondo todavía más graves: desprecio de la memoria y del esfuerzo; odio al elitismo y la meritocracia; sustituir los conocimientos por las aptitudes; una historia sin cronología y limitada a lo más reciente; rebajar el nivel de exigencia; el culto sin límites a la tecnología; un adoctrinamiento sistemático, para configurar a los nuevos ciudadanos…
En los nuevos libros de texto: manipulación histórica, abolir la masculinidad, animalismo...
Unas pocas voces han denunciado tantos disparates pero incluso ellos acusan genéricamente a ‘los políticos’, sin concretar más. Se lo merecen, desde luego, pero lo justo es distinguir, no igualar a todos. La realidad indiscutible es que el partido político que ha promulgado todo esto ha sido el PSOE, con sus aliados de gobierno. Es trágico que el socialismo español haya perdido el norte, uniéndose a independentistas, sin saber si España es una ‘nación de naciones’ o qué es. También es trágico que haya caído en la trampa seudoprogresista de creer que la justicia social implica igualar por abajo.
La tragedia se completa porque, cuando llegue de nuevo al poder, el PP se centrará en la economía y mantendrá todas estas nuevas leyes .
Cuentan la anécdota de la masa que pedía a un político: ‘¡Enchúfanos a todos!’ Hoy piden: ‘¡Apruébanos a todos!’ Y lo están consiguiendo. ¡Pobre España futura!