Obertura: llevar el centro al otro lado del Manzanares

Coincidiendo y jugando con la ‘vuelta al cole’ del arte en Madrid que es Apertura, Obertura Carabanchel se plantea como un nuevo modelo de feria, más reducida y sostenible . Su organizador, Daniel Silvo –antes responsable de JustMad y ahora innovando conceptos desde Doctor Fourquet con Galería Nueva , que alquila su espacio por temporadas a galeristas de fuera de la ciudad– ha buscado tener un público ‘cautivo’ invitando a cerca de veinte coleccionistas y comisarios españoles e internacionales, que se alojarán en la misma sede que acogerá las exposiciones de la feria (el apartahotel Cielo Madrid). «Estarán ‘prisioneros’, así que el centro no será el Centro, sino que el centro será Carabanchel . Van a tener mucha oferta aquí, podrían no salir y estar todo el día viendo artistas, conociendo obras, hablando con galeristas, visionando videoarte en la terraza o disfrutando de ‘performances’», explica Silvo. Esto, además, permite que Apertura no sea tanto una competencia como un aliciente más para atraer a Madrid a estos visitantes.

Y se cuenta con que las ganas de ver arte y cosas nuevas hagan que los madrileños se acerquen hasta Carabanchel para completar los aforos –unas 30 personas en las visitas a los estudios, unas 60 en las actividades en Cielo Madrid– que se plantearán.

La propuesta en sí parece apetitosa. En el garaje del hotel se montarán los estands de las galerías invitadas , que combinan nombres con presencia en Carabanchel, como La Gran (con un proyecto en común con la gijonesa Espacio Líquido ) y D’A Ceramics (el nuevo estudio de Déborah Abizanda) y visitantes internacionales, como Granada Gallery (Argentina), Isabel Croxatto (Chile), Wadström Tönnheim (Suecia, aunque con sede también en Marbella) o Galería Galería (México).

Se apuesta asimismo por espacios que no lo fían todo a una sede fija, sino que tienen fuerte presencia en internet o se basan en sedes temporales, como la recién estrenada Beatriz Pereira , Inéditat o las propias Isabel Croxatto o Espacio Líquido. Entre todas traerán a artistas como Gabriel Altamirano, Paloma Castillo, Laura López Balza, Cecilia Avendaño, Josep Tornero o Torbjörn Johansson .

Otra de las patas de Obertura será las visitas del ciclo ‘Curated Studios’ . «Queríamos no convocar a los estudios ‘de siempre’, sino ofrecer otros que la gente no ha visto tanto. De ahí lo de ‘curated’, por esa parte de descubrimiento», cuenta Silvo. El jueves 9 serán Corner , Cárol Solar y el estudio compartido por Paloma de la Cruz, Antonio Fernández Alvira y Jazmín Donaldson . El viernes 10, Laura Mema, Fernando Maselli y Ey! Studio . El sábado 11, Elástica, María Acuyo y La Gran . Y, finalmente, el domingo 12 llegará el turno de los espacios de Laura Lío, Delirio y Eduardo Barco .

‘Curated Studios’ ocupará las mañanas, las exposiciones en el garaje las tardes y, para las noches, hay mucho preparado en la terraza de la azotea de Cielo Madrid. El viernes, videoarte, con piezas de Rocío Asensi, Juvenal Barría, Irene Cruz, Álex Doménech, Nicolás Guzmán, Enrique Marty, Monica Mura y Verónica Vicente . El sábado, ‘performances’ a cargo de Monica Mura y el colectivo Trucha Agacelada , con obras de nueva producción. Y la inauguración y la clausura contarán con el artista y DJ Luis Lasso , que también ha creado un espacio sonoro y visual para otras de las salas comunes del hotel.

En medio de todo esto estará Caelus Gate , un proyecto comisariado por Teresa Arroyo de la Cruz en el cual Lydia Garvín e Ira Torres intervendrán otros espacios del recinto; y también las intervenciones en los alrededores de la colombiana Diana Velásquez y el mexicano Yves Sadurni .

Queda por ver si Obertura Carabanchel podrá escapar de la polémica que ha afectado a otros eventos , como ArtBanchel, que sufrieron protestas por parte de colectivos locales y acusaciones de gentrificar el barrio. Una polémica que Silvo parece considerar que no tiene mucho sentido: «No es un conflicto, es una realidad. En 2021 no hay ninguna duda de que Carabanchel está ya gentrificado . Lo estamos viendo, está lleno de inmobiliarias que construyen edificios de viviendas. Los artistas no somos culpables de nada, hemos ido a buscar estudios baratos y grandes para hacer nuestro trabajo. ¿Y los agentes culturales que estamos haciendo cosas aquí? La intención es acercar a otros a estos estudios. Si al final ponen una barbería y un Starbucks cerca, nosotros no tendremos nada que ver».