Lo mejor de PHotoEspaña (de cara a la galería)

‘Vanitas’. Galería Blanca Berlín. C/ Limón, 28. Hasta el 31 de julio.

Lo digital ha domesticado la mirada actual. Esta cuestión es explorada por Antonio Pérez Río (1972) en dos grupos de trabajo. El primero, ‘Obras Maestras’, realizada en el Louvre: allí documenta a un público obsesionado por registrar y compartir digitalmente lo que ve. En ‘Las Metamorfosis’ (2018-21), presenta un museo iconoclasta, generado por algoritmos a partir de reproducciones fotográficas de pinturas del Rijks- museum. El resultado cuestiona la creatividad como elemento diferencial de lo humano.

‘El Museo Infinito’. Cámara Oscura. C/ Alameda, 16. Hasta el 31 de julio.

En 2014, la galería Freijó ya presentó a Darío Villalba para el off de PHotoEspaña. Aquella exposición iba acompañada de un texto de Francisco Calvo Serraller. Ambos, artista y crítico, fallecieron en 2018 y ahora se rinde homenaje a sus figuras, así como a sus vínculos profesionales y afectivos. La cita también recoge intereses comunes hacia la Historia del Arte: es el caso de la obra ‘Madame Moitessier’, de Ingres, o el ‘Adán y Eva’ de Lempicka, reinterpretadas por Villalba. También están presentes algunos magníficos ‘encapsulados’.

‘Tangible e intangible’. Freijo Gallery. C/ Zurbano, 46. Hasta el 7 de agosto.

Eduardo Nave (1976) inició en 2003 su proyecto fotográfico en las playas donde se produjo el Desembarco de Normandía , decisiva operación militar de la IIGM. Sus viajes a aquella localización dieron como resultado algunas de sus mejores series. En 2019, con motivo del 75 aniversario, Nave regresó allí para reencontrarse con su propio trabajo y localizar nuevos puntos de vista. En estas últimas tomas se percibe un despliegue técnico más complejo, así como una mayor incidencia en los aspectos plásticos, de luz, color y composición.

‘Normandías’. Galería Daniel Cuevas. C/ Santa Engracia, 6. Hasta el 20 de julio.

Colacello (1947) fue editor de la revista ‘Interview’. Su libro ‘Holy Terror: Andy Warhol Close Up’ (1990) es considerado el mejor acercamiento al círculo íntimo del artista, de quien fue mano derecha. Estos son los parámetros de sus fotos, extraídas de su álbum personal, que se centran en fiestas, inauguraciones de la ‘jet set’, y escenarios como la Factory o Studio 54 . Poseen la espontaneidad del ‘amateur’, con encuadres inesperados e iluminación sobreexpuesta, y el interés de ver sorprendidos por la cámara a Beuys, Mapplethorpe, Cher o Capote .

‘It Just Happened’. Ivorypress. C/ Aviador Zorita, 48. Hasta el 31 de julio.

acoge una antología de la labor como retratista de Ugo Mulas (1928-1973), uno de los grandes de la foto italiana. Será pionero en desarrollar una mirada crítica de los roles del artista en el contexto posterior a la Guerra Mundial. En la Bienal de Venecia de 1964 conoció al galerista Leo Castelli y al crítico Alan Salomon . Se interesó por conocer el aclamado fenómeno de los artistas de Nueva York, donde fotografía a B. Newmann o documenta el estudio de Jasper Johns , imágenes presentes en la cita.

‘Retratos’. C/ Claudio Coello 14. Hasta el 31 de julio.

La galería Le Mur mira hacia Venezuela y recupera la historia de El Grupo , un colectivo de fotógrafos formado por Vladimir Sersa, Jorge Vall, Ricardo Armas, Fermín Valladares y Alexis Pérez-Luna . Producto de esta experiencia colectiva surgieron destacadas exposiciones, como ‘A gozar la realidad’ (1976), ‘El Grupo’ (1977) y ‘Letreros que se ven’ (1979); de este último trabajo, presentado ese año en el Ateneo de Caracas, se editó un libro fundamental para la Historia de la foto latina. La cita reúne 30 de las 123 imágenes de la publicación.

Galería Le Mur. C/ Amaniel, 20. Hasta el 31 de julio.

Lucía Mendoza acoge una colectiva hilvanada por el análisis ecológico y la tensión entre el orden y el caos. Luna Bengoechea (1984) reflexiona acerca de la forma de explotación de los recursos naturales. Elena Lavellés (1981) construye un lúcido análisis sobre el desorden intrínseco a los ámbitos económicos y sociales. Lecuona y Hernández reconfiguran imágenes que interpelan a un imaginario colectivo histórico. Sostenibilidad y protección medioambiental son ejes de futuros vínculos con la Naturaleza.

‘Desorden’. Lucía Mendoza. C/ Bárbara de Braganza, 10. Hasta el 31 de julio.

Irene Cruz (1987) trabaja entre Madrid y Berlín. Pero su mirada está ligada a la Naturaleza , donde ubica las escenografías con sus modelos. Este diálogo se resuelve a través de cuerpos en movimiento, paralizados en mitad de una extraña danza. En ‘RGB’ satura la intensidad del rojo con fórmulas digitales y añade trazos de pintura. Ambas técnicas comparten la aplicación de capas de color y trasparencias. Los últimos trabajos de Cruz desbordan la especificidad de lo fotográfico y se abren hacia la hibridación.

‘RGB’. Galería Furiosa. C/ Almadén, 13. Hasta el 12 de septiembre.

Antonio Guerra (1983) muestra su versatilidad. Así ocurre con las piezas donde distorsiona la forma tradicional de la impresión fotográfica , que ahora deviene en volumen, en ‘collage’, en amontonamiento o trampantojo. Estas cuestiones no son un mero juego formal, sino una reflexión acerca de los límites entre imagen y representación. La trama es el paisaje, un concepto que disecciona para ofrecer dos vías de aproximación: como constructo cultural y como el lugar desde donde reflexionar sobre la crisis ecológica.

‘Límite transitorio’. Puxa Gallery. C/ Santa Teresa, 10. Hasta el 22 de julio.