Marina Vargas estudia sus «líneas del destino»

«Las líneas del destino» –ese es su título– es un proyecto basado en El Tarot. El tarot apareció en mi vida en algún que otro momento, de diferentes manos y en diferentes países . Siguiendo su naturaleza nómada, la baraja de naipes se me abrió en Cuba, Caracas, México, Nueva York y, cómo no, en España.

Ya en la propia facultad, siendo estudiante, prestaba atención a las imágenes de las diferentes barajas . Siempre me han atraído, tan enigmáticas, usadas como un canal para conectarse. Imágenes en las que el número y color corresponde a un valor simbólico formando un espejo en el que cualquiera puede proyectarse. Claro que una cosa es tenerlas como objeto de estudio y otra diferente es que se presenten en tu vida y te abras a ellas. Es en ese instante en el que me centro en investigar todos esos artistas que han trabajado con ellas . Pues, como es algo popular y nómada y se ha usado como elemento de adivinación, son muchas las personas que no respetan su valor cultural y simbólico, dado que no son capaces de dejar a un lado el aspecto adivinatorio y el de « Bruja Lola » al otro.  

El principal motor que me lleva a introducirme en el tarot es analizar ese secreto a la vista que, en este sentido, creo que tiene mucha relación con el arte . Porque el tarot es un secreto a la vista y quizás por eso ha girado y gira por el mundo.

Se dice vulgarmente que las imágenes no hablan, pero: ¿Qué ocurre con esas imágenes que son creadas para que nos hablen a modo de libro mudo ? Ese, entre otros muchos, es uno de los motores que me impulsan a investigar a aquellos artistas y estudiosos del tarot, como el propio C. Jung , Alberto Cousté , Papus , Alejandro Jodorowsky y Marianne Costa , así como los artistas que han trabajado con él y sobre él, como Aleister Crowley , Leonora Carrington , André Bretón o el propio Dalí, entre otros muchos. 

El proyecto, por un lado, estaba en el cajón, primero, por la inmensidad a la que me enfrentaba y, por otro, por el tiempo que tendría que dedicarle a investigar a la par que a crear. Este proyecto consiste en generar mi propia baraja. Pero primero he de hacer del tarot una exposición y de la baraja una obra.

Creo que uno de los grandes factores del arte es el poder de mediar; ser un mediador como lo es el tarot . De esta manera, me centro en el Tarot de Marsella como objeto de estudio para añadir mis aportaciones, que vienen acorde con mi trabajo anterior, y así crear mi propio sistema, en el que cada carta-obra atenderá a un orden simbólico en imagen y color. De esta manera, yo no decido ni el color ni las imágenes libremente como lo haría en cualquier otra obra.

Todo atiende a un orden simbólico que configurará su propio ritmo natural que sólo podré ver en su totalidad cuando las 78 piezas-cartas del tarot estén terminadas, esto es, los arcanos menores, que son 56 y forman, por decirlo, el «esqueleto del cuerpo», y los arcanos mayores, que son 22 y configuran las potencias que mueven ese cuerpo .

Los Arcanos Menores están formados por los cuatro palos de la baraja : las copas , que representan la energía emocional y corresponden a la caja torácica y al corazón; las espadas , que simbolizan la energía intelectual y están representadas por la cabeza o cráneo del cuerpo; Los oros , que figuran la energía material, corresponden a los pies; y, por último, los bastos , que representan la energía sexual y se corresponde con la pelvis de este esqueleto.

Los 22 arcanos mayores son las potencias que ponen en movimiento ese organismo. Por decirlo de alguna maner,a son los papeles que adoptamos en cada momento: el de la Muerte, la Fuerza o la Estrella , son lo que hacen que ese esqueleto dance y tenga vida.

A cada carta le corresponde un número o grado que afectará a su existencia receptiva o activa hacia el Cielo o hacia la Tierra . En cada plano de recepción o acción del eje predominará, según su palo, un color. Esta sería una pequeña pincelada de los factores que trato de abordar y que, en cierta manera y de forma inconsciente , tenía ya en mi trabajo.

Es mi preocupación por el cuerpo a nivel simbólico y en mi reinterpretaciones de símbolos y arquetipos. El inició y arranque de este proyecto verá finalmente la luz el 16 de junio en el Museo ABC de dibujo e Ilustración dentro del programa «Conexiones», comisariado por  Óscar Alonso Molina , que me ha dado el empujón a esta inmensa piscina sin dejar que me ahogue en ella.