José Luis Castillejo, el escritor moderno

Esta excelente muestra despliega, a través de casi 200 obras (en su mayoría inéditas), un completo recorrido por la trayectoria creativa de Castillejo, desde sus comienzos, vinculado al grupo Zaj, hasta su fallecimiento en 2014. La vocación, y aún diría que la obsesión, de José Luis Castillejo fue la de convertirse en un escritor moderno, según sus propias palabras, a semejanza del proceso llevado a cabo por la pintura, para lograr una absoluta autonomía y libertad de la escritura con respecto a las otras artes y a la obligación de representar la realidad, empleando únicamente sus elementos más esenciales (la letra, el libro, la tinta y el signo), expresando sus potencias concretas como medio de expresión artística. Este afán le llevaría a emprender un camino difícil, solitario, riguroso, libre y radical que fue dando felices resultados a lo largo de su desarrollo.

Estructurada cronológicamente en secciones, arranca con su producción vinculada al grupo Zaj (del que formaría parte entre 1966 y 1969), representada por dos piezas referenciales como son La caída del avión en el terreno baldío (1967), el primer libro publicado por el grupo, y La Política (1968). A partir de su salida de Zaj es cuando realmente inicia su personal camino en busca de esa escritura pura, descarnada y económica en sus medios e intenciones. Surge entonces el primer libro fundacional de esa nueva escritura: The Book of i’s (1969). A él le seguirán otros como The Book of Eighteen Letters (1972), El libro de la letra (1973), El libro de la J (1999), TLALAATALA (2001) o Ventanas (2010).

En toda esta trayectoria puede observarse una paulatina evolución, desde planteamientos más rigurosos y desnudos, hasta la experimentación dentro otros territorios más «cálidos», que incluirá la presencia de elementos gráficos y visuales , e incluso la aparición del color en ciertas obras. Resulta asimismo estimulante comprobar cómo tras un largo periodo de silencio, fundamentalmente los años 70 y 80, Castillejo, a partir de 1996 (coincidiendo con la muestra de Zaj en el Museo Reina Sofía) retomará con un vigor e ilusión extraordinarios su aventura creativa hasta los últimos momentos de su vida.

Enhorabuena, pues, al MUSAC, y a sus dos comisarios, Henar Rivière y Manuel Olveira, por esta excelente exposición, con un montaje ajustado, muy didáctico y atractivo (estos proyectos, con profusión de documentos, suelen ser a veces áridos para el espectador), y por la publicación de un catálogo muy completo , que estoy seguro será obra de referencia para el estudio de este creador, e igualmente por la edición facsímil de su libro inédito The Book of Letters .