LIBROS
Seis poetas ante «Platero y yo»
¿Qué piensan los poetas españoles actuales de la obra centenaria de Juan Ramón Jiménez? ¿Dónde reside su frescura? ¿Por qué hay que volver a ella? Estas son la respuestas de algunos de los más destacados
antonio fontana
Antonio Colinas
«El poeta auténtico se distingue porque posee una ‘‘voz propia’’. Esta voz no sólo da lugar a los poemas suyos más hermosos y maduros sino que se puede permitir abrirse, con osadía y sensibilidad extremas, a otros campos creativos. Es lo que ... distingue a un texto inusual como ‘‘Platero y yo’’. Hoy este libro sigue siendo emblemático, ejemplar»
Ángel Antonio Herrera
«Mi lectura, o lecturas primeras, allá en la infancia, o adolescencia, lo asocian a unas páginas de algodón, poco memorables, y casi inocuas, pero las posteriores, hasta hoy, desvelan una hermosa y difícil sencillez, esa secreta complejidad de la cercanía»
Lorenzo Oliván
«La edición de ‘‘300 poemas’’ me descubrió a Juan Ramón. Me deslumbró tanto que pronto acabé en ‘‘Platero y yo’’. Ahí está el poeta de cuerpo entero con su asombrosa hiperestesia perceptiva. Prosa modernista que se opone a lo exótico. Ahí está su lección de ir a lo esencial. Nunca lo delicado fue tan recio»
Álvaro García
«Me gusta cómo alcanza una especie de intimidad sin familiaridad: trato directo y extraño con los nombres, los grillos, el arsénico, en un pueblo reconcentrado por abajo y abierto por arriba. Formalmente es como los poemas en prosa de Baudelaire más la flexión delicada de hablar a un ser sin sitio o a la propia conciencia»
Carlos Marzal
«‘‘Platero y yo’’ me parece una de las mejores formas de adentrarse en la sensibilidad juanramoniana, con la deificación del universo infantil y con su amor sin reparos hacia la naturaleza. Creo que es la manifestación más desnuda de la prosa de Juan Ramón (un registro en el que siempre fue un maestro, a veces complejo)»
Eloy Sánchez Rosillo
«El adolescente que fui sintió su primera gran devoción poética al descubrir a JRJ. Antes que sus libros en verso, leí ‘‘Platero y yo’’. El libro y el autor tuvieron mucho que ver en el arranque de mi vocación. Deseaba seguir el camino de aquel hombre purísimo; había que soñar e intentar libros como los suyos»
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