En libertad en 2036 como máximo
Recibió el fallo «como si no fuera con él»
Recibió el fallo «como si no fuera con él»
José Bretón se enteró ayer por la mañana de su condena a 40 años de prisión, cuando se la notificaron desde la Audiencia de Córdoba. Estaba en el módulo de ingresos de la prisión de Alcolea, su «vivienda» desde octubre de 2011 y donde continuará, ... de momento, según fuentes penitenciarias, dado que hasta que la sentencia no sea firme sigue estando en situación preventiva. En ese módulo se preserva mejor su seguridad y está más controlado ante la posibilidad de que intente quitarse la vida, de ahí que también siga sometido (o con más razón ahora) al protocolo de prevención de suicidios.
Bretón recibió la sentencia con su habitual distanciamiento, «como si no fuera con él» e, incluso, se permitió decir con desdén que ya se la esperaba porque con un Jurado no había opción e insistió en las palabras de su alegato final: que le parece increíble que no estén buscando a «sus niños».
Nada nuevo respecto al perfil que trazó de él la Policía desde el minuto cero; el que continuaron dibujando los psicológos y psiquiatras que le examinaron y, como colofón, el que el propio Bretón acabó de rematar cada día que se sentó en la Sala que le juzgaba. Su declaración y su alegato dejaron pocos resquicios de duda.
El juez Vela le ha condenado a 40 años de prisión por el doble asesinato de sus hijos con la agravante en ambos de parentesco. Con esta condena, Bretón tendrá que cumplir un máximo de 25 años de prisión, es decir, que como tope saldría de la cárcel como hombre libre en octubre de 2036, una vez descontado el tiempo que ya ha permanecido en libertad provisional. No podrá acceder al tercer grado (lo que le obliga solo a dormir en prisión) hasta el «cumplimiento de la mitad de la pena impuesta», es decir, hasta que no pasen 20 años. Los juristas consultados por ABC sostienen que el magistrado se ha ceñido al artículo 36 del Código Penal, que fija el conocido como «periodo de seguridad» para delitos graves. No obstante, este mismo artículo faculta al juez de Vigilancia Penitenciaria, «previo pronóstico individualizado y favorable de reinserción social y valorando, en su caso, las circunstancias personales del reo y la evolución del tratamiento reeducador, oídos el Ministerio Fiscal, Instituciones Penitenciarias y las demás partes», a aplicar el régimen general de cumplimiento, en cuyo caso podría acceder a ese tercer grado antes. Las fuentes consultadas ven improbable esta posibilidad dada la gravedad de los hechos.
Seguirá en Alcolea
Respecto a los permisos ordinarios de salida, Bretón podrá empezar a disfrutarlos cumplida una cuarta parte de la condena efectiva, es decir, de los 25 años máximos, siempre que se ajuste a los requisitos y que la Junta de Tratamiento de prisión o bien el juez de vigilancia penitenciaria así lo acuerde. Cabe recordar casos como el de Miguel Ricart, el asesino de las niñas de Alcasser, que jamás ha disfrutado de un permiso. Y no es el único preso en esta situación.
En casos muy mediáticos o muy graves, es habitual que Prisiones acuerde un traslado de cárcel del interno para rebajar el foco, normalmente a algún centro donde haya más presos de confianza. Sobre Bretón aún no se ha tomado ninguna decisión, aunque todo apunta que dada la intención de su abogado de recurrir, no se le aleje por el momento para no interferir en su defensa. No obstante, ese traslado dependerá de si se produce algún cambio en su comportamiento o la situación así lo aconseja. Hasta ahora, en el módulo de ingresos y con presos de confianza de forma permanente no se ha producido ningún incidente grave.
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