La venta forzosa de los estudios alicantinos de Ciudad de la Luz se le ha puesto «de cara» a la Generalitat. Según confirmaron a ABC fuentes de la Conselleria de Cultura, la empresa Aguamarga –creada en su día para gestionar la captación de rodajes, y que desde 2010 mantenía un agrio enfrentamiento en los tribunales con la dirección del complejo– ya sabe que tiene que abandonar los estudios a corto plazo, lo que a juicio del Consell despejará el proceso de búsqueda de un inversor interesado en los estudios.

Tras el pleito celebrado en abril del pasado año por la rescisión unilateral –por parte del Consell– del contrato en 2010, y las reclamaciones cruzadas entre la empresa y la Administración valenciana, la Justicia dio la razón a la Generalitat y condenó a Aguamarga a pagar 1,2 millones de euros al Consell y, en teoría, a abandonar los estudios. La empresa, no obstante, recurrió y se «atrincheró» en el complejo, donde ocupaba oficinas y algún que otro plató.

Sin embargo, los jueces volvieron a dar la razón a la Generalitat –tal como desveló en las Cortes hace dos meses el secretario autonómico de Cultura, Rafael Ripoll–, y el juzgado de Primera Instancia 7 de Alicante dictó un auto el pasado 10 de julio en el que, a instancias del Consell, señalaba que Aguamarga está obligada a devolver el control sobre las instalaciones una vez se da por cancelado el contrato.

Según las fuentes consultadas, la Generalitat ya ha requerido a Aguamarga que abandone los estudios, a través de sus abogados, en cumplimiento de la sentencia judicial. Las mismas fuentes confían en no tener que recurrir a medidas de fuerza, dado que cuentan con una sentencia firme que devuelve al Consell el control de los estudios y un fallo que habilita a la Administración autonómica a ejecutar la parte de la sentencia que supone dicha recuperación.

«Un plató que no hemos visto»

La presencia de Aguamarga en los estudios ha condicionado notablemente un proceso de venta que se inició antes incluso de que Bruselas condenase a España a «recuperar» los 265 millones de euros públicos invertidos en la construcción del complejo y las ayudas directas a rodajes. Antes de saber que iban a tener que liquidar la sociedad –una circunstancia contra la que ya no cabe alternativa desde principios de mes, con el fallo del Tribunal de Justicia Europeo–, el Consell ya había empezado a escuchar a inversores interesados. No obstante, la presencia de Aguamarga, que obviaba la resolución del contrato desde hace cuatro años, entorpecía el proceso.

Como muestra, las mismas fuentes explican que, hasta la fecha, hay un plató del complejo que el director general de Ciudad de la Luz, José Antonio Escrivá, aún no ha logrado ver, dado que lo tiene ocupado –y cerrado– Aguamarga. Hay que tener en cuenta que algunos posibles compradores, como la NBC norteamericana (cuyo interés deseveló este periódico hace dos semanas), han visitado físicamente el complejo para conocerlo, por lo que la salida de Aguamarga permitirá «normalizar» dichas visitas.