Gerardo Camps, diputado nacional del PP por Alicante, analiza el impacto del nuevo sistema contributivo en la economía de los ciudadanos de la Comunidad.

—Por fin una buena noticia en forma de medida: la reforma fiscal

—Los valencianos han pasado los últimos tres años haciendo esfuerzos y ha llegado el momento de devolvérselos. Empezamos con una rebaja de impuestos que hace que haya más dinero en el bolsillo de los ciudadanos y menos en las Administraciones. Esto se consigue gracias a las reformas del PP, afianzadas con una rebaja fiscal que incrementará el consumo y reducirá la presión de los autónomos y las pymes.

—¿Cómo se va a concretar en los bolsillos de los ciudadanos?

—Hay 2,1 millones de contribuyentes en la Comunidad que van a ver cómo 800 millones de euros se quedan en sus bolsillos. Principalmente los que tienen las rentas más bajas: dejan de tributar los que tengan una renta menor a 12.000 euros, y menos del 20% los que tengan una renta de 40.000. Es una reforma que baja los impuestos a todos los valencianos.

—¿Y cómo va a influir en autónomos y pequeñas o medianas empresas?

—Se reduce el impuesto de sociedades. De forma general baja del 30 al 25 por ciento para las pymes, y al 20 por ciento para las que empiezan. Se trata de una importante rebaja para dinamizar el consumo y para empujar la producción y la creación de empleo.

—Hay quien tacha la medida de electoralista por el momento elegido.

—Es el momento en el que se está reactivando la economía. En 2012 tuvimos que tomar medidas indeseadas porque había un agujero en las cuentas del Estado, con 30.000 millones de deuda ocultados por el Gobierno socialista. Dijimos que bajaríamos los impuestos cuando subiera la recaudacion, y lo hemos conseguido. Además, se trata de la reforma más social que ha tenido nunca España, con importantes ayudas para la dependencia que se pueden cobrar de golpe.

—¿Aguantará mucho la Comunidad con el actual modelo de financiación?.

—Ha aguantado durante mucho tiempo con un modelo compartido que ya fue votado en contra en 2009 por el PP, y que tanto Montoro como Rajoy condenaron. Nuestra región está a la cola en financiación per capita y es de las que recibe menos transferencias. Hemos aguantado hasta ahora y se ha ido cumpliendo con los déficits, pero cuanto antes se cambie será mejor porque cada día se hace más complicado. Por eso pedimos que el Gobierno ponga en marcha mecanismos de nivelación para que durante estos años podamos atender cuestiones importantes como educación o sanidad.

—¿Cómo es la interlocución entre Montoro y Moragues?

—Muy fluida. Intercambian opiniones y se comparte la tesis asumida por todo el PP: este sistema es malo y hay que reformarlo. Hay que esperar a que llegue el momento.

—Parece que ha calado en España la tesis del despilfarro valenciano, y que por eso ahora se pide más dinero.

—Eso es una leyenda negra que va calando impulsada por aquellos que no saben gobernar ni optar a hacerlo de otra forma. En la Comunidad Valenciana nunca hubo despilfarros, se cumplió siempre con el objetivo de estabilidad presupuestaria y se creo empleo.