Teatro Moderno: Un año de lucha

Corría el mes de marzo de 2012 cuando las primeras voces de una posible privatización o cierre del Teatro Moderno empezaban a circular por la ciudad de Guadalajara. La gestión del edificio dependía de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha , que buscaba contener el gasto en la época más cruda de la crisis y que alegaba la poca rentabilidad del edificio por la poca afluencia de público.

José Luis Condado, subdelegado de la Junta en Guadalajara , aseguraba meses más tarde que el camino elegido sería la privatización. «La idea es sacar a licitación la explotación del Teatro porque se reformó hace muy poco y está en inmejorables condiciones», aseguraba por entonces Condado. Sin embargo, a finales de julio, la Junta informaba a las asociaciones que utilizaban el edificio que no podrían programar nada durante el siguiente curso, y que desde octubre, el Teatro Moderno cerraría sus puertas.

Los vecinos se mueven

Durante esa época surgió algo con lo que no contaban las administraciones públicas: el movimiento ciudadano. Se creó en un principio la Plataforma contra el Cierre del Teatro Moderno , una agrupación de gente de toda clase y condición que convirtieron en noticia de primera plana el cese de la actividad en este edificio. Desde colas simbólicas bajo el lema « Que empiece ya, que el público… sí está» a espectáculos en la puerta del recinto de Circo Sentido, Elfo teatro, el cuentacuentos Pep Bruno…

El colectivo empezó a ganar fuerza y a programar actividades cada vez más regularmente. Así, se convirtió en la Asociación de Amigos del Moderno , que precisamente este año ha sido reconocida por la Asociación de la Prensa de Guadalajara con el Premio de Cultura 2013 «por la labor reivindicativa que ha mantenido a lo largo del último año, reclamando la reapertura del céntrico Teatro Moderno de Guadalajara. Surgida de la sociedad civil, l a asociación ha protagonizado una reclamación emotiva , original y proactiva, con convocatorias culturales en las puertas de la sala, hasta conseguir el compromiso de las instituciones para su pronta recuperación».

Y entonces llega 2013 y los rumores cada vez más fuertes de que el Ayuntamiento puede estar en conversaciones con la Junta para que ceda al consistorio la gestión del edificio. Sin embargo, la intención del equipo de Antonio Román era que la Junta fuese la encargada de acometer parte de las reformas necesarias del edificio, que tiene graves deficiencias, sobre todo en la cubierta.

Los mensajes del alcalde de la capital eran claros: cuando se firme el convenio, se podrá anunciar la reapertura del Moderno. Aunque la aprobación de la cesión por parte de la Junta llegaba la pasada semana, los presupuestos para 2014 del consistorio ya contenían una partida destinada a la dotación de contenido al teatro por el Patronato de Cultura. «Espero que veamos teatro en el Moderno», aseguraba tras la presentación de las nuevas cuentas Isabel Nogueroles, la concejal de Cultura .

Reacciones

«Se trata de una gran noticia de final de año. Espero que sea acogida con la misma satisfacción por todos aquellos que reclamaban esta apertura, y que reconozcan, a su vez, los esfuerzos realizados por el consistorio para recuperar este espacio escénico de la ciudad». Este era el mensaje que Antonio Román lanzaba tras la aprobación de la cesión, que durará durante los próximos 50 años.

También el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, también se congratulaba con la noticia. «Es una buena noticia que permitirá dar continuidad a la actividad cultural en el Teatro Moderno», aseguraba en una nota. «Quien mejor puede administrar este espacio es la Administración más cercana, que en este caso es el Ayuntamiento de Guadalajara», continuaba en la misiva.

Buenas voluntades políticas que se tornarán en realidad en el momento en que el Moderno vuelva a abrir sus puertas de nuevo.