Peligra la primera misión lunar privada: una anomalía en los propulsores amenaza el alunizaje
Astrobotic afirma estar trabajando para solucionarlo. No obstante, si se confirman las peores sospechas, Peregrine no podrá posarse sobre nuestro satélite
Éxito del lanzamiento de la primera misión privada a la Luna
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Iniciar sesiónA pesar de que parecía que todo estaba marchando sobre ruedas, una «anomalía» hace peligrar Peregrine, la misión de la compañía norteamericana Astrobotic que pretendía erigirse como el primer alunizaje privado de la historia. Desde la compañía emitieron un comunicado en el que señalan ... que todo el lanzamiento ha marchado como un reloj hasta que la nave ha tenido que orientarse hacia el Sol para recibir en los paneles la energía que la llevaría hasta nuestro satélite.
«Después de separarse con éxito del cohete Vulcan de United Launch Alliance, el módulo de aterrizaje lunar Peregrine de Astrobotic comenzó a recibir telemetría a través de la Red Espacial Profunda de la NASA. Sistemas de aviónica construidos en Astrobotic, incluida la unidad principal de mando y manejo de datos, así como los controladores térmicos, de propulsión y de potencia, todos encendidos y realizados como se esperaba», señaló la nota emitida por Astrobotic a través de las redes sociales.
Sin embargo, tal y como explicaron, después de activar los sistemas de propulsión, se produjo el problema: «Desafortunadamente, se produjo una anomalía que impidió que Astrobotic lograra una orientación estable del punto de vista solar», indican, afirmando que «el equipo está respondiendo en tiempo real a medida que se desarrolla la situación y proporcionará actualizaciones a medida que se obtengan y analicen los datos».
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Una hora más tarde, la compañía emitió un nuevo escrito afirmando que siguen recopilando información, pero que el equipo cree que la causa probable de la anomalía es un problema de propulsión que, si se demuestra, "amenaza la capacidad de la nave espacial para aterrizar suavemente en la Luna". Es decir, que si se confirma el fallo en los propulsores que maneja el equipo, probablemente no veamos a la sonda Peregrine alunizar en unos días.
Astrobotics también señaló que, mientras el equipo intenta solucionar estos graves contratiempos, la nave está operando a niveles mínimos de energía. Además, informó de que se perdió el contacto con la nave mientras realizaban una "maniobra improvisada" con el objetivo de reorientarla manualmente hacia el Sol.
Update #2 on Peregrine Mission One: pic.twitter.com/hS5QsAihh4
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Un tercer comunicado señaló que las comunicaciones se habían recuperado y que la información enviada por Peregrine indicaba que la maniobra manual tuvo éxito en la reorientación de los paneles solares, por lo que la sonda ahora está recargando baterías. Sin embargo, desde Astrobotic siguen evaluando lo que creen que es "la raíz de la anomalía: un fallo dentro del sistema de propulsión".
"Estamos agradecidos por el gran apoyo que estamos recibiendo, desde mensajes en las redes sociales hasta llamadas telefónicas y manos amigas. Esto es lo que hace que la industria espacial sea tan especial, que nos unimos frente a la adversidad. Un sincero agradecimiento de todo el equipo de Peregrine", agradecía la compañía.
Update #3 for Peregrine Mission One: pic.twitter.com/z4NK2achGG
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Tras esta misiva, se informó de que el incidente produjo "una pérdida crítica de propelente"; es decir, que la nave ha consumido mucho combustible, por lo que todo parece indicar que las aspiraciones de alunizar en la Luna están muy lejos de lograrse. Sin embargo, desde Astrobotic señalan que su objetivo es "priorizar la ciencia y los datos" que la sonda está capturando desde que salió del carenado del cohete, y que están evaluando "perfiles de misión alternativos".
Update #4 for Peregrine Mission One: pic.twitter.com/6uISAG3Je1
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Un lanzamiento impecable
Siete horas antes, todo había salido incluso mejor de lo previsto. Con puntualidad británica, el Vulcan Centaur propulsado por dos motores BE-4 de Blue Origin y su carga se elevaron en el cielo a las 2.18 hora local de la despejada madrugada en Cabo Cañaveral (8.18 en España). Pero el equipo contuvo la respiración hasta que casi una hora después (a las 3.09 en Florida, 8.09 de la mañana en España) la primera etapa del Vulcan Centaur puso de camino a la órbita terrestre a la nave Peregrine, que inicia su camino sola, Aplausos en la sala de control y y vítores para celebrar el éxito de ULA, que en los últimos tiempos y debido a los retrasos (el Vulcan Centaur lleva ideándose más de década y media), ha atravesado severas crisis financieras y de credibilidad.
«Estoy tan emocionado que no puedo decir cuánto», señaló Tory Bruno, presidente y director de ULA justo después de que Peregrine se implementara con éxito. «Hemos esperado mucho tiempo hasta este momento, pero finalmente ha llegado».
Entonces la presión se trasladaba a los cuarteles generales de Astrobotic, que debían 'despertar' a la Peregrine tras haber sido llevada por el cohete Vulcan Centaur al espacio. Todo marchaba según lo previsto hasta que la sonda no ha podido ser orientar sus paneles solares de forma correcta, lo que podría ser un grave problema en su viaje. En teoría, Peregrine se insertaría en la órbita lunar 12 días después del lanzamiento para probar el alunizaje el próximo 23 de febrero.
La implicación de la NASA en la misión
Esta nave es el esfuerzo de Astrobotic, una de las compañías elegidas por la NASA para la iniciativa Commercial Lunar Payload Services (CLPS), creada como una forma de 'subcontratación' en la que empresas privadas idean las sondas lunares de carga con inversión de la agencia espacial estadounidense, si bien son las empresas quienes operan los vuelos.
Es, a pequeña escala, lo que ocurre con gigantes como SpaceX, cuya nave Crew Dragon hace de medio de transporte para los astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), además de para vuelos para otras agencias y empresas privadas.
La NASA además se juega en esta misión cinco instrumentos que serán claves en el desarrollo del Programa Artemis, el esfuerzo de la agencia espacial estadounidense por regresar tripulaciones a la Luna y establecer bases permanentes en nuestro satélite. En concreto, la sonda contiene varios espectrómetros para conocer las condiciones y el ambiente de cara a futuras estancias allí; así como reflectores lunares, una suerte de 'espejos' sobre una estructura de aluminio que, al apuntarse con un láser, permiten determinar con exactitud la distancia desde cualquier nave espacial en órbita o durante el alunizaje.
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