Los tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) han conseguido que la nave Progress M-06, que lleva a bordo una carga indispensable para su supervivencia, se acople a la plataforma orbital. Los cosmonautas han vivido momentos de gran tensión, ... ya que se trataba del segundo y último intento de acoplar la nave. Si no lo conseguían, la nave corría el riesgo de quedarse sin energía y perderse irremediablemente en el espacio. La primera intentona se realizó el viernes, pero el ingenio se descontró y pasó de largo. En esta ocasión, la maniobra ha sido «impecable», según explica la NASA en su página web.
La Progress lleva en su interior dos toneladas y media de agua potable, oxígeno, alimentos, equipo científico, combustible, piezas de repuesto, medicinas, efectos personales para los astronautas y un nuevo sistema para reforzar la protección frente a la radiación.
La nave, que fue lanzada el miércoles de la semana pasada desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajstán), debía haberse acoplado a la estación espacial hacia las siete de la tarde del viernes (hora española), pero, cuando faltaban sólo dos kilómetros, la nave comenzó a girar de forma incontrolada y pasó de largo. Los responsables no pudieron hacer nada por controlarla.
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