La megaola solitaria que aparece en mitad del océano como salida de la nada y puede partir un barco: ocurre una al día

Investigadores utilizan una Inteligencia Artificial para predecir la aparición de estos monstruos marítimos, muchos de ellos de más de 20 metros de altura

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Los océanos del mundo se han enfurecido con olas más altas y vientos extremos

El extraño fenómeno se hace más extremo

Una ola solitaria Adobe Stock

J. de J.

Madrid

En 1995 una ola solitaria de 26 metros de altura chocó contra la plataforma petrolera noruega Draupner, en el Mar del Norte. Era la primera vez que se conseguía medir este tipo de olas, también llamadas errantes o monstruosas, hasta esa fecha consideradas ... más bien un mito de navegantes. Hay más historias parecidas. En abril de 2005, el buque Norwegian Dawn fue azotado por tres olas gigantescas que parecían surgir de la nada mientras navegaba cerca de las costas de Noruega. «El mar se hallaba totalmente en calma cuando una ola de 21 metros pareció salir del aire... Nuestro capitán, que lleva 20 años en este oficio, dijo que nunca había visto nada igual», contó por aquel entonces uno de los tripulantes. En 2001 otros dos buques, el Bremen y el Caledonian Star, sufrieron graves daños en sus estructuras al toparse con una enorme ola en el Atlántico Sur. Reventaron todas sus ventanas. «Era como una montaña, un muro de agua que venía contra nosotros», declararía después el propio capitán del Caledonian Star.

Investigadores del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague han utilizado una inteligencia artificial para descubrir un modelo matemático que anticipe cuándo y cómo pueden producirse estas olas gigantescas. Los resultados acaban de publicarse en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' ( PNAS ).

En su modelo, los investigadores combinaron datos disponibles sobre los movimientos oceánicos y el estado del mar, así como las profundidades del agua y la información batimétrica. Los datos de las olas se recopilaron de boyas en 158 lugares diferentes alrededor de las costas de EE.UU. y territorios de ultramar que recogen datos las 24 horas del día. Cuando se combinan, estos datos (de más de mil millones de olas) contienen 700 años de información sobre la altura de las olas y el estado del mar.

Los investigadores analizaron muchos tipos de datos para encontrar las causas de las olas solitarias, incluidas las extremas que pueden tener más de 20 metros de altura. Con el aprendizaje automático, transformaron todo en un algoritmo que luego aplicaron a su conjunto de datos.

100.000 olas solitarias

«Nuestro análisis demuestra que ocurren olas anormales todo el tiempo. De hecho, registramos 100.000 olas en nuestro conjunto de datos que pueden definirse como olas solitarias. Esto equivale a alrededor de una ola monstruosa cada día en cualquier lugar aleatorio del océano. Sin embargo, no todas son olas monstruosas de tamaño extremo», explica Johannes Gemmrich, coautor del estudio.

Al examinar más de mil millones de olas, el algoritmo de los investigadores analizó su propia forma de encontrar las causas de este fenómeno y las condensó en una ecuación que describe la receta para una ola rebelde. La IA aprende la causalidad del problema y la comunica a los humanos en forma de una ecuación que los investigadores pueden analizar e incorporar en sus investigaciones futuras.

El nuevo estudio también rompe con la percepción común de las causas de las olas solitarias. Hasta ahora, se creía que la causa más común era cuando una ola se combinaba brevemente con otra y le robaba su energía, provocando que una ola grande siguiera adelante.

Sin embargo, los investigadores establecen que el factor más dominante es lo que se conoce como «superposición lineal». El fenómeno, conocido desde el siglo XVIII, se produce cuando dos sistemas de olas se cruzan y se refuerzan mutuamente durante un breve período de tiempo.

«Si dos sistemas de olas se encuentran en el mar de una manera que aumenta la posibilidad de generar crestas altas seguidas de valles profundos, surge el riesgo de olas extremadamente grandes. Este es un conocimiento que existe desde hace 300 años y que ahora respaldamos con datos. », dice Dion Häfner, autor principal del estudio.

Evaluar el riesgo

El algoritmo de los investigadores puede ser útil para la industria naviera, que tiene aproximadamente 50.000 buques de carga navegando alrededor del planeta. De hecho, con la ayuda del algoritmo, será posible predecir cuándo está presente esta combinación «perfecta» de factores para elevar el riesgo de una ola monstruosa que podría representar un peligro para cualquiera en el mar.

«Como las compañías navieras planifican sus rutas con mucha antelación, pueden utilizar nuestro algoritmo para evaluar el riesgo y determinar si existe la posibilidad de encontrar olas peligrosas en el camino. En base a esto, pueden elegir rutas alternativas», afirma Dion Häfner.

Tanto el algoritmo como la investigación están disponibles públicamente, al igual que los datos meteorológicos y de olas utilizados por los investigadores. Por ello, Häfner asegura que las partes interesadas, como las autoridades públicas y los servicios meteorológicos, pueden empezar a calcular fácilmente la probabilidad de que se produzcan olas solitarias.

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