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Así funciona la donación de cuerpos a la ciencia: «Si no ensayas con muertos tienes que hacerlo con vivos»

En España, la ley blinda el altruismo del proceso y las universidades costean el traslado y la incineración. Cada cadáver está unos dos años sobre la mesa de disección, aunque puede conservarse más. Para los anatomistas este aprendizaje es insustituible, pero piden una norma que lo regule

Tráfico de cadáveres sin familia por 1.200 euros en Valencia

La ley impide la venta de cadáveres para estudios universitarios en España

Teresa Vázquez Osorio, presidenta de la Sociedad Anatómica Española, en la sala de disección de la Complutense Vídeo: Jesús García y David del Río, Foto: Ángel de Antonio
Helena Cortés

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Los cadáveres que los alumnos de Medicina estudian en las salas de disección «son su primer paciente«, insiste siempre el profesor Francisco Clascá, catedrático de Anatomía de la Universidad Autónoma de Madrid. Los jóvenes no pueden olvidar el respeto que merecen aquellos que entregan ... su cuerpo a la ciencia. Un acto altruista e insustituible, coinciden los anatomistas: la experiencia de trabajar con un cadáver real nunca se olvida y permite a los futuros médicos descubrir la variabilidad de los humanos. Ningún simulador puede conseguir eso. También sirve para la formación de profesionales en activo que necesitan probar nuevos protocolos quirúrgicos o instrumentos: «En este caso el efecto en la práctica es inmediato: lo que aprenden pueden aplicarlo al momento y evitar así posibles errores. Si no ensayas con cadáveres tienes que probarlo en los vivos», apunta Clascá.

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