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OSIRIS-REx

La NASA llega hoy a Bennu: Diez razones para viajar al asteroide que puede chocar con la Tierra

La sonda OSIRIS-REx está a punto de alcanzar la roca tras un viaje de dos años

Aproximación de OSIRIS-REx al asteroide Bennu NASA / Vídeo: Así ha sido el viaje de OSIRIS-REx

ABC Ciencia

La sonda OSIRIS-REx está a punto de llegar al intrigante asteroide Bennu . Cuando lo haga, la nave se embarcará en una investigación de casi dos años con el objetivo de hacer un mapa del terreno de la roca y encontrar un sitio seguro para recoger una muestra. En julio de 2020, tocará brevemente su superficie para recolectar al menos 60 gramos (equivalentes a unos 30 paquetes de azúcar) de tierra y rocas. En realidad, es capaz de recolectar hasta 2.000 gramos, lo que sería la muestra más grande traída del espacio desde los aterrizajes Apolo en la Luna. Después, guardará la muestra en una cápsula y viajará de regreso a la Tierra, dejándola caer en el desierto del oeste de Utah en 2023, donde los científicos estarán esperando para recogerla.

Bennu es el objetivo de una de las misiones espaciales más ambiciosas jamás intentadas (Te contamos cómo es en este interactivo). Pero la roca no es más que uno de los aproximadamente 780.000 asteroides conocidos en nuestro sistema solar. Entonces, ¿por qué los científicos han elegido a Bennu y no a otro para esta investigación trascendental? Estas son las diez razones que, según la NASA, lo convierten en el destino perfecto.

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Imagen de la Tierra tomada por OSIRIS-REx durante su sobrevuelo

Está cerca de la Tierra

A diferencia de la mayoría de los otros asteroides que giran alrededor del Sol en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, la órbita de Bennu está bastante cerca. El asteroide se acerca más a la Tierra cada seis años. También rodea al Sol casi en el mismo plano que nuestro planeta, lo que facilitaba el lanzamiento de OSIRIS-REx . Con todo, colocar la nave en el camino correcto requirió una potencia considerable, por lo que se utilizó la gravedad terrestre para impulsarla en el plano orbital de Bennu en septiembre de 2017.

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Tiene el tamaño correcto

Los asteroides giran sobre sus ejes al igual que lo hace la Tierra. Los pequeños, con diámetros de 200 metros o menos, a menudo giran muy rápido, hasta unas pocas revoluciones por minuto. Esto dificulta el aterrizaje de una nave espacial. Además, ese giro rápido arroja de la superficie rocas y tierra sueltas, precisamente el material conocido como regolito que OSIRIS-REx intenta obtener. Pero Bennu tiene el tamaño adecuado para ser accesible y rico en regolito. Tiene un diámetro de 492 metros, que es un poco más grande que la altura del Empire State Building en Nueva York, y gira una vez cada 4,3 horas.

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Es muy antiguo

Bennu es un «ladrillo» sobrante de la formación del sistema solar. Algunos de los fragmentos minerales dentro del mismo podrían ser incluso más antiguos. Estos granos microscópicos de polvo podrían ser los mismos que se desprendieron de las estrellas moribundas y eventualmente se unieron para crear el Sol y sus planetas hace casi 4.600 millones de años. Y todo eso prístino, sin contaminación.

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Se conserva muy bien

Como explican desde la NASA, Bennu es una cápsula del tiempo del sistema solar primitivo que se conserva en el vacío del espacio. Los científicos piensan que es una parte de una roca más grande en el cinturón de asteroides que se rompió en una colisión catastrófica hace entre 1.000 y 2.000 millones de años, y se precipitó a través del espacio hasta que quedó atrapado en una órbita cerca de la Tierra.

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Puede contener pistas sobre el origen de la vida

Los científicos creen que Bennu ayudará a comprender mejor el papel que los asteroides pueden haber desempeñado en la entrega de compuestos formadores de vida a la Tierra. Saben que es rico en carbono, por lo que es probable que también lo sea en moléculas orgánicas, que están hechas de cadenas de carbono unidas con átomos de oxígeno, hidrógeno y otros elementos imprescindibles para la vida tal y como la conocemos. Además del carbono, Bennu también podría tener otro componente importante para la vida: el agua, que está atrapada en los minerales que forman el asteroide.

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Contiene materiales valiosos

Los asteroides son ricos en recursos naturales, como hierro y aluminio, y metales preciosos, como el platino. Por esta razón, algunas empresas desarrollan tecnologías de construcción que algún día podrían permitirnos extraer esos materiales. Y no solo eso. Si aprendemos a extraer el abundante hidrógeno y oxígeno del agua encerrada en los minerales de un asteroide, podríamos producir combustibles para cohetes. Por lo tanto, los asteroides podrían algún día servir como «gasolineras» para misiones robóticas o humanas a Marte y más allá. Aprender a maniobrar alrededor de un objeto como Bennu, y saber más sobre sus propiedades físicas y químicas, ayudará a los futuros prospectores.

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Nos ayudará a comprender mejor otros asteroides

Los astrónomos han estudiado a Bennu desde la Tierra desde que fue descubierto en 1999. Como resultado, creen saber mucho sobre las propiedades físicas y químicas del asteroide. Gracias a la información detallada que se obtendrá de OSIRIS-REx, podrán verificar si sus predicciones sobre Bennu son correctas. Este trabajo ayudará a refinar las observaciones y modelos telescópicos que intentan revelar la naturaleza de otros asteroides en nuestro sistema solar.

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Nos ayudará a comprender mejor una fuerza solar peculiar...

Los astrónomos han calculado que la órbita de Bennu se ha desviado aproximadamente 280 metros por año hacia el Sol desde que se descubrió. Esto podría deberse a un fenómeno llamado efecto Yarkovsky , un proceso por el cual la luz del Sol calienta un lado de un pequeño asteroide oscuro y luego irradia el calor del asteroide a medida que gira. La energía calorífica empuja al asteroide lejos del Sol, si tiene un giro progresivo como el de la Tierra, lo que significa que gira en la misma dirección que su órbita. Bennu, que gira en dirección opuesta a su órbita, se dirige hacia el Sol. OSIRIS-REx medirá el efecto Yarkovsky para ayudar a los científicos a predecir el movimiento de Bennu y otros asteroides.

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... y para mantener a raya a los asteroides

Una de las razones por la que los científicos quieren predecir con eficacia las trayectorias de los asteroides es saber si se acercan demasiado a la Tierra. Al tomar en cuenta el efecto Yarkovsky, estimaron que Bennu podría pasar cerca de la Tierra, más cerca que la Luna, en 2135, y posiblemente incluso más cerca entre 2175 y 2195. Aunque es poco probable que Bennu golpee la Tierra en ese momento, nuestros descendientes podrán usar los datos de OSIRIS-REx para determinar la mejor manera de desviar los asteroides amenazadores que se encuentren, tal vez incluso utilizando el efecto Yarkovsky en su propio beneficio.

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La cápsula que traerá la muestra del asteroide

Es un regalo científico para mucho tiempo

Las muestras de Bennu volverán a la Tierra el 24 de septiembre de 2023. Los científicos de OSIRIS-REx estudiarán una cuarta parte del regolito. Según NASA , el resto se pondrá a disposición de científicos de todo el mundo, y también se guardará para aquellos que aún no han nacido, utilizando técnicas que aún no se han inventado, para responder a preguntas que aún no se han hecho. Un auténtico regalo científico.

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