Ponle nombre a una estrella y su planeta a 240 años luz

Con motivo de su centenario, la Unión Astronómica Internacional (IAU), la organización encargada de bautizar oficialmente algunos objetos celestes, ha impulsado una iniciativa (NameExoWorlds) por la que asigna a cada país -participan cien- un sistema formado por un planeta y una estrella para que los ciudadanos, por votación, puedan nombrarlos. El plazo para estos particulares comicios comienza hoy y termina el 12 de noviembre en la web www.nombraexoplanetas.es.

«La iniciativa pretende hacer partícipe a la sociedad del conocimiento del cielo mediante la oportunidad de bautizar estrellas y exoplanetas con nombres menos técnicos y más accesibles», indica Benjamín Montesinos, vicepresidente de la Sociedad Española de Astronomía (SEA), institución que junto al Planetario de Pamplona ha puesto en marcha el concurso en España.

No le falta razón, ya que ¿quién puede recordar que esta enana amarilla se llama HD 149143? ¿Y su planeta igual con una b detrás? Hace unos meses se abrió el plazo para proponer los posibles nombres, relacionados con la cultura española y, como es lógico, mucho más fáciles de recordar. Se recibieron una veintena de propuestas por parte de astrónomos aficionados y profesionales y también de personas del público en general, de las que se han seleccionado doce que cumplen con los requisitos de la IAU. El proyecto ha sido coordinado por la astrofísica de la Universidad Autónoma de Madrid Eva Villaver, con el apoyo de distintos expertos, entre ellos Guillem Anglada-Escudé , del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña, el astrofísico que descubrió Próxima b, el planeta extrasolar potencialmente habitable más cercano

Quienes decidan participar en la votación deberán elegir entre esa docena de propuestas que incluyen desde conquistadores celtas a personajes de la mitología asturiana, géneros de culebras y serpientes, referencias a la península ibérica y a la primera vuelta en barco a la Tierra, ríos españoles o los amantes de Teruel.

En concreto los pares de nombres para elegir son los siguientes (el primero es la estrella y el segundo, el planeta): Breogán e Ith (rey celta fundador de la ciudad de la Coruña y su hijo), Cuélebre y Xana (serpiente alada y su prisionera, un hada, personajes de la mitología asturiana), Culebra y Malpolon ( Malpolon monspessulanus es la mayor serpiente de la península ibérica), Elcano y Victoria (el capitán y la nave que volvieron del primer viaje de circunnavegación de la Tierra), Girasol y Pétalo (por la planta típica del levante español), Iberia y Millares (el nombre de la península antes de que los romanos la llamaran Hispania y una de sus civilizaciones), Isabel y Diego (los famosos amantes de Teruel), Luz y Sombra (la característica más conocida de las estrellas y la clave en el método de los tránsitos para detectar planetas), Rosalía y Río Sar (la escritora gallega y uno de los lugares más destacados en su vida y obra), Tajo y Jarama (el río más largo de la península ibérica y su afluente principal), Tirant y Carmesina (la obra «Tirant lo Blanc» está considerada una de las novelas más importantes de la literatura universal) y Zamenis y Phion (serpientes de la mitología griega).

La primera ocasión en que la IAU recurrió a votaciones públicas para asignar nombres a sistemas planetarios fue en 2015. Se trató de un concurso internacional y el Planetario de Pamplona y la Sociedad Española de Astronomía, con el apoyo del Instituto Cervantes, propusieron los nombres de Cervantes, Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea para nombrar a la estrella Mu Arae y sus cuatro planetas. La propuesta, que competía con las de otros seis países, resultó vencedora.

Los nuevos resultados se darán a conocer a mediados de diciembre en un comunicado oficial de la IAU junto a los nombres elegidos por el resto de países. A partir de entonces, otra parte de nuestra cultura lucirá en el cielo.