Cuando el demonio se traga el Sol
Ni catástrofes ni hecatombes mundiales. Un eclipse es, simplemente, un espectáculo natural sin más consecuencias. Sin embargo, su llegada ha estado rodeada a lo largo de la Historia de malos augurios que han atemorizado a las gentes más ignorantes o influenciables. Esta vez, el mayor ... eclipse solar del siglo no ha venido precedido de presagios de índole internacional que anunciaban el fin del mundo -¿Recuerdan cuando el modisto Paco Rabanne advirtió a bombo y platillo que minutos después del eclipse de Sol total de agosto de 1999 llegaría el apocalipsis? El escarnio que le siguió fue de órdago-, pero sí ha sembrado el temor en parte de la población de China e India, los países donde el fenómeno será más visible. El eclipse comenzará en la India, pasará por Nepal, Bangladés, Bután, Myammar y China para terminar en el Océano Pacífico.
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En China, las autoridades han instado a los científicos a informar a la población, en los medios de comunicación, sobre cómo y por qué se produce un eclipse, con el fin de evitar supersticiones y eliminar cualquier muestra de «pánico» . No en vano, ciudadanos de algunas zonas afectadas por el terremoto del año pasado en Sichuan han llamado preocupados a las autoridades, preguntando si el eclipse volverá a provocar otro temblor de tierra.
Más miedo que curiosidad
Esta divulgación parece excesiva en Occidente, pero se hace necesaria en un país en el que, incluso en las ciudades más desarrolladas, las creencias populares permanecen arraigadas en lo más profundo de la sociedad. Antiguamente, las gentes pensaban que todo eclipse solar traía consigo una catástrofe . En la actualidad, los números, los colores, los fenómenos naturales o el animal que asigna a cada año el calendario lunar chino siguen marcando muchos aspectos de la vida, incluidos los negocios.
En India, el miedo infundado se repite. La mayoría de los ciudadanos siente más miedo que curiosidad por el eclipse. En la nación asiática se ha desatado una batalla no declarada entre astrólogos, clérigos y científicos. Mientras gurús de la «new age» pronostican que el eclipse traerá mala fortuna y desorden, los científicos organizan talleres y se trasladan a áreas rurales equipadas para apartar todos los temores. Tienen mucho trabajo, ya que la oscuridad se producirá en 13 de los 29 estados de la India, a lo largo de las zonas muy pobladas en el oeste, centro, este y noreste del país.
Quizás ningún país encarna tanto como la India los extremos entre la creencia ciega y la ciencia. Como antigua civilización hindú, que reverencia al Sol y la Luna como dioses, la india es una sociedad profundamente supersticiosa. Durante el eclipse, la mayoría de sus ciudades y pueblos estarán en silencio, los templos cerrarán y muchos habitantes permanecerán en sus casas para evitar las supersticiones relacionadas con el fenómeno, ya que según la mitología hindú, el eclipse representa al demonio Rahu tratando de tragarse al Sol . A la vez, contradicciones de estos tiempos, India se cuenta entre las pocas naciones con un programa espacial que ha enviado una sonda a la Luna y que pone en órbita satélites de forma regular.
El rídiculo de Rabanne
El temor a los eclipses no es propio sólo de las culturas orientales. Lo cierto es que está extendido por todo el mundo. Lógicamente, a nuestros antepasados de las cavernas les debía de resultar un fenómeno bastante desconcertante. Se hace la noche durante el día, se hace el silencio, los animales cambian su comportamiento... Los antiguos astrónomos mesopotámicos fueron los primeros en darse cuenta de la periodicidad de esta oscuridad repentina, aunque las primeras predicciones de eclipses las realizó el griego Tales de Mileto en el año 585 a.C. Los cálculos precisos no se consiguieron hasta los siglos XVII y XVIII. La ciencia avanzaba, pero las supersticiones sobrevivieron. No hay que ir muy lejos, ni en el espacio ni en el tiempo. Charles de Fontbrune, el principal intérprete de Nostradamus, vaticinó el principio del fin del mundo por causa del eclipse solar de 1999 y el mismo acontecimientó sirvió a Paco Rabanne para profetizar la caída de la estación espacial Mir sobre París y... hacer el mayor de los ridículos. En esa misma ocasión, un joven de 23 años mató a sus padres en Ilhavo (Portugal) en un ritual satánico para escapar al supusto fin del mundo provocado por el eclipse. Creía que el sacrificio de sus padres era el único modo de salvarse.
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