ENTREVISTA
María Blasco: «Los despidos van a tener un impacto en la excelencia científica del CNIO»
La responsable del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas avanza a ABC los efectos del segundo plan de ajuste
María Blasco: «Los despidos van a tener un impacto en la excelencia científica del CNIO»
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ( CNIO ), uno de los diez mejores centros del cáncer del mundo, se enfrenta a su segundo plan de ajuste en menos de un año. Esta vez el Ministerio de Economía, del que depende, le exige la salida de ... casi 70 trabajadores. Se despedirá a 28 empleados y no se renovará a 36 temporales . María Blasco , su directora desde junio de 2011, explica la delicada situación del centro.
—¿Qué ha ocurrido para que se tenga que hacer un nuevo plan de ajuste?
—En 2010, antes de que yo asumiera la dirección del CNIO, ya existía un déficit que superaba los cuatro millones de euros, sin contar las amortizaciones. Ese déficit se equilibró dando un valor a los fármacos experimentales generados en el centro. Cuando asumí la dirección en 2011, emprendimos una política de austeridad que nos permitió hacer ahorros importantes. El primer plan de viabilidad, aprobado en diciembre, contaba con equilibrar las cuentas reduciendo el gasto y aumentando los ingresos. Hemos ahorrado, pero los ingresos no han aumentado. No se han pagado los proyectos del plan nacional y resulta más difícil conseguir dinero de proyectos europeos y de donaciones. También nos ha impactado negativamente la depreciación de los fármacos experimentales.
—Explíquese, ¿cómo se produce esa depreciación?
—A algunas de esas moléculas del programa de desarrollo de fármacos se les dio en el pasado un valor determinado y ahora al ponerlas en venta nos hemos encontrado con que su precio real en el mercado no es el que se estimó en su momento y tenemos que reconocerlo como pérdidas.
—¿A cuánto asciende la deuda?
«La viabilidad solo se asegura si se reduce 2,5 millones en personal»—La balanza de ingresos y gastos del centro está equilibrada, incluso registra ahorros desde 2011, con cuatro millones menos de gasto anual. El problema son los créditos adquiridos en el pasado que tenemos que devolver y el déficit causado por esa valoración excesiva de medicamentos. Esto nos exige un ahorro extra de ocho millones de euros anuales entre 2014 y 2016.
—¿Los despidos son la única salida?
—Con menos ingresos y una depreciación de moléculas, sólo hay dos opciones: o conseguir más fondos, es decir, tener una dotación ministerial mayor para el CNIO, o recortar.
—¿No bastaría con argumentar que a un centro de excelencia como el CNIO no se le puede dejar morir?
—Nadie va a dejar morir al CNIO. Está claro que, si el Gobierno pudiera inyectarnos el dinero que necesitamos, podríamos mantener nuestro nivel de actividad sin pasar por este ajuste tan difícil. Hasta hoy hemos conseguido ahorrar sin mermar la excelencia del centro. Los despidos, obviamente, van a tener un impacto en su excelencia, en su capacidad para producir ciencia de calidad al mismo ritmo. Perder personal es perder potencial. Me preocupa mucho este impacto y lo vamos a medir. Aunque confío en la capacidad de los investigadores para esforzarse más y salir de este bache.
—¿De dónde saldrá el personal que se recorta?
—La mayoría, de programas de apoyo.
—¿Qué trabajo hacen estos grupos?
—Son los que ayudan con tecnologías punteras a realizar el trabajo de investigación de los grupos. En este sentido, el CNIO es un centro único. Otros centros contratan empresas o hacen colaboraciones; aquí están integrados.
—¿Cuáles serán los programas que se verán más afectados?
—El programa de biotecnología, que es un ejemplo de estas unidades de apoyo; el de fármacos experimentales, y el personal de administración.
—¿Qué cifra de ahorro se busca con los despidos?
«Como directora, la prioridad es la supervivencia del CNIO»—La comisión que supervisa al CNIO (integrada por el Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Economía, el gerente del CNIO y yo misma) concluyó que sólo se puede asegurar la viabilidad si se reduce la partida de personal en 2,5 millones.
—¿No teme que tanta austeridad afecte a la imagen exterior del centro y deje de atraer a los mejores investigadores?
—Ahora nuestra perspectiva no es aumentar el número de investigadores porque iría en contra de la política de austeridad, pero se mantendrá la capacidad de renovar posiciones esenciales.
—¿Alguno de sus investigadores número uno le ha planteado ya su intención de irse?
—Ninguno me ha comunicado nada en ese sentido, el CNIO sigue siendo un centro atractivo.
—Además de los despidos, se prevé una disminución de salarios en puestos directivos. ¿Cómo se hará?
—Se han eliminado gratificaciones y otras bonificaciones. También se han propuesto medidas flexibles, como reducir la jornada de todos los trabajadores a cambio de un descenso del 10% de su sueldo, y bajar el salario a todos los puestos directivos sin contraprestación en horario.
—¿Usted lo hará?
—Yo me reduje el sueldo un 25% a principios de este año como parte del decreto ley que reducía los salarios de altos cargos.
—Y ahora, ¿se acogerá a esa reducción voluntaria?
—Todo lo que pueda tener un impacto positivo se estudiará en esa negociación y, por supuesto, apoyaré la medida.
—En un primer informe sobre la situación del centro, Economía llamó la atención sobre los elevados sueldos del CNIO. ¿Cuál es el más elevado?
—Puedo decir que mi sueldo no es el más alto y que hay varios investigadores que cobran más que yo. No puedo dar cifras. Mi sueldo es público, el de los demás no.
—Economía ha prometido una aportación extraordinaria de cuatro millones. ¿Se ha sustentado ya en los presupuestos de 2014?
—Esa aportación llegará a través del Instituto de Salud Carlos III, pero sus presupuestos aún no están redactados.
—¿Cuántas veces ha querido tirar la toalla?
—Desde que me nombraron sabía cuál era la situación. Como científica no me esperaba nunca tener que despedir a otros investigadores, pero como directora para mí es una prioridad que el CNIO sobreviva a esta crisis. Me duele mucho esta situación. Esto es un trauma para todos y nos costará recuperarnos.
—Se dice que su centro es un barco con dos capitanes, su dirección y la de la gerencia, que además están enfrentados. ¿Ha influido esta guerra interna en la situación actual?
—El CNIO está estructurado de tal forma que la dirección científica y financiera van por separado. El gerente puede tomar decisiones financieras sin consultar con la dirección científica. El presidente del consejo asesor externo del CNIO, Joan Massagué, emitió un informe indicando la necesidad de subsanar esto, ya que, según él, dificultaba la labor de la dirección científica. Lo único que puedo decir es que estoy de acuerdo, pero ahora lo prioritario es que todos pongamos de nuestra parte para garantizar la estabilidad del centro.
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