El primer mapa de un planeta fuera del Sistema Solar

Es una cartografía de las nubes de Kepler-7b, un mundo gigantesco y sofocante que, si pudiera colocarse en un cubo de agua, flotaría

El primer mapa de un planeta fuera del Sistema Solar NASA

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Un equipo de astrónomos del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambrige (EE.UU.) ha creado el primer mapa de nubes de un planeta fuera de nuestro Sistema Solar , un mundo sofocante, similar a Júpiter, conocido como Kepler -7b . Para ... lograrlo, los científicos han utilizado los datos obtenidos por los telescopios espaciales Kepler y Spitzer, ambos de la NASA, que han observado este mundo durante tres años.

El planeta, tan «hinchado» que si de alguna manera pudiera ser colocado en una tina de agua, flotaría, gira alrededor de su estrella en menos de cinco días. Se caracteriza por altas nubes en el cielo del Oeste y claros en el Este. «Hemos sido capaces de producir el 'mapa' en muy baja resolución de este gigantesco planeta gaseoso», dice Brice-Olivier Demory, del MIT, y autor principal del estudio, aceptado para su publicación en la revista Astrophysical Journal Letters . «No esperamos ver océanos y continentes en este tipo de mundos, pero hemos detectado una clara firma reflectante que nosotros interpretamos como nubes».

Kepler ha descubierto más de 150 exoplanetas, planetas fuera de los límites de nuestro sistema solar, y Kepler -7b fue uno de los primeros. El telescopio ya no sigue en activo, pero ha recogido suficientes datos como para tener entretenidos a los científicos durante cuatro años más.

Observaciones en luz visible de Kepler permitieron dibujar un mapa aproximado que muestra un punto brillante en el hemisferio occidental. Sin embargo, estos datos no fueron suficientes por sí mismos como para descifrar si el punto brillante venía de las nubes o del calor del planeta.

Hasta 1.000ºC

Aquí entró en juego Spitzer, que, con su habilidad para detectar la luz infrarroja, pudo medir la temperatura de Kepler-7b, y estimó que se sitúa entre los 800º y los 1.000ºC. Unas condiciones en las que no es posible la vida tal y como nosotros la conocemos, aunque se trata de unas cifras relativamente frescas para un planeta que orbita tan cerca de su estrella , mucho más cerca de lo que la Tierra lo hace del Sol -dentro de 0,06 unidades astronómicas (una unidad astronómica es la distancia media entre nuestro mundo y el Sol)-, por lo que los astrónomos creen la luz de la estrella del planeta está rebotando en las nubes situadas en su lado oeste.

«Kepler-7b refleja mucha más luz que la mayoría de los planetas gigantes que hemos encontrado, lo que atribuimos a las nubes en la atmósfera superior», ha indicado otro de los autores, Thomas Barclay, quien ha explicado que «a diferencia de las de la Tierra, los patrones de nubes de este planeta no parecen cambiar mucho con el tiempo y tienen un clima muy estable».

Este hallazgo es un primer paso hacia el uso de técnicas similares para estudiar las atmósferas de los planetas más parecidos a la Tierra en tamaño y composición.

El primer mapa de un planeta fuera del Sistema Solar

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