La primera cara «moderna» surgió hace un millón de años

El citado estudio, realizado por científicos del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH) y la Universidad de Nueva York ha sido publicado en la revista científica «Plos one». Bermúdez de Castro explicó ayer que demuestra «sin ninguna duda» que el Homo Antecessor es una especie distinta al resto de las encontradas hasta ahora y, en su opinión, podría ser el ancestro común entre el Homo Neandertal y el hombre moderno.

El estudio se basa en la remodelación que sufre el hueso durante su desarrollo, una evolución que deja huellas inequívocas de la dinámica del crecimiento de cada elemento óseo, y que, en este caso, han permitido determinar cómo habría seguido creciendo el conocido como «Chico de la Gran Dolina». Bermúdez de Castro explicó que, de no haber fallecido, habría seguido desarrollándose con una morfología similar a la del Homo Sapiens.

Por eso, el codirector de Atapuerca señaló que el estudio permite afirmar que «la cara moderna apareció hace al menos un millón de años de antiguedad» y que, por el momento, el Homo Antecessor sigue siendo la especie más antigua con ese «rasgo anatómico tan importante» fruto de su tamaño cerebral, más de 1.000 centímetros cúbicos, y su desarrollo dental.

En el mismo estudio, se han comparado los restos del «Chico de la Gran Dolina» con los de un Homo Ergaster, más primitivo, encontrado en un yacimiento de Marruecos y con la misma edad dental, lo que ha permitido marcar «diferencias evidentes». Bermúdez de Castro explicó que este otro individuo presenta una menor reabsorción facial, por lo que sus datos son «más primitivos», además de una dentadura también menos evolucionada y una menor capacidad craneal.

El «Chico de la Gran Dolina» es uno de los once individuos identificados en el nivel TD6 del yacimiento que le da nombre y donde se han encontrado, hasta la fecha,140 restos fósiles desde que fue descubierto el primero en 1994. De momento, se continúa trabajando en las capas superiores del yacimiento y Bermúdez de Castro considera que se tardarán años en llegar de nuevo hasta el nivel del Homo Antecessor aunque, cuando se consiga, está seguro de que será un «orgasmo científico» puesto que, en su opinión, se encontrarán miles de restos del que es nuestro antepasado más antiguo.