La oposición insinúa que Mercè Gironès cobra de los Pujol o de CDC por su silencio

Gironès está inculpada por supuesto blanqueo de dinero junto a su expareja en la investigación que lleva a cabo la Audiencia Nacional. Militante de Convergència y miembro de un importante número de empresas presuntamente «pantalla» junto a su exmarido, se ha acogido a su derecho a no declarar.

Sergi Sebrià, diputado de ERC, le ha preguntado sobre la herencia que, según los Pujol-Ferrusola, es el origen de la fortuna de la cuenta de Andorra, así como si realizaba viajes a este Principado. También se ha interesado por el supuesto desvío de dinero de las empresas conyugales a paraísos fiscales y por el papel activo que Jordi Pujol Ferrusola le atribuye en esas sociedades. Por parte del PSC, Jordi Terrades, le ha reprochado su silencio y le ha preguntado si ha llegado a algún acuerdo económico con CDC o con la familia Pujol para no hablar.

Santi Rodríguez, coportavoz parlamentario del PP, también se ha referido a esas cuentas opacas en paraísos fiscales y de la operación en Puerto Rosario (Argentina), donde el presidente de la Generalitat, Artur Mas, asistió a la inauguración cuando era consejero en el Gobierno de Jordi Pujol.

Marc Vidal, de ICV-EUiA, ha insistido en la presencia de Gironès en los negocios de su exesposo. «¿No estará enganchada en el tema de Banca Privada Andorrana ?», ha preguntado. El diputado de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha criticado la opacidad y la ley del silencio impuesta por la familia Pujol-Ferrusola. «En lugar de explicar al pueblo de Cataluña cómo se han forrado, callan, lo cual tendrá que ser valorado en las conclusiones de esta comisión», ha dicho.

Isabel Vallet, diputada de la CUP, ha dicho que su silencio «huele a autoinculpación», mientras que la diputada de CDC, Meritxell Borràs, quiso dejar claro que Gironès no es una militante activa de CDC.

Hoy declaran también en la Comisión Luis Delso Heras, presidente de Isolux Corsán y Gustavo Buesa Ibáñez, presidente de GBI Services, SA.