Josep Maria Pou recrea la amarga infancia de Tennessee Williams

Desde su nuevo asiento ofrece una clase magistral de la grandeza de este libreto. «Se estrenó en 1944 en Chicago y un año más tarde en Broadway; es una pequeña joya y uno de los textos más sinceros de Williams». También destaca que los personajes son muy humanos y que todavía no se habían oscurecido como ocurriría en sus obras más tardías. «En realidad, habla de sí mismo, de una familia con una madre y dos hijos, con muchos guiños a su propia familia». Los tres protagonistas están luchando para sobrevivir. La madre trabaja en una tienda de zapatos… «Son tres personajes en carne viva que son capaces de convertir en poesía todo lo que tocan», concreta.

Williams escribió mucho sobre «The Glass Menagerie» (título original). «Se rumorea que la madre y la hermana del autor acudieron a uno de los estrenos y no les gustó mucho lo que vieron en escena», desvela Pou mientras afirma que todas las grandes actrices han querido interpretar a Amanda Wingfield. En la memoria está la actuación de Margarida Xirgu con mucho éxito en Buenos Aires, Berta Riaza, Katherine Hepburn en un telefilme en 1973 y Amparo Soler Leal en 1995 bajo la dirección de Mario Gas, entre otras.

Y en el escenario del Goya veremos a Míriam Iscla (que hace pocos meses recaló en este mismo teatro con la reposición de «Barcelona»). Esta mujer abandonada por su marido tiene doble personalidad. «No quiere aceptar la realidad y prefiere vivir una falsa ilusión», explica Iscla que cree que dar vida a Amanda es un regalo. El resto del reparto lo completan Dafnis Balduz (Tom Wingfield), Meritxell Calvo (Laura Wingfield) y Peter Vives (Jim O’Connor). Sobre la escenografía, Pou sólo devela que se ha intentado recrear la memoria de Tom Wingfield.