Benítez tenía la cabeza ensangrentada y la camisa rota tras la reducción de los Mossos
Una testigo explica ante la juez que durante la detención policial los agentes «se iban alternando con patadas y puñetazos»
abc.es
Una testigo del "caso Raval" en el que falleció un hombre el pasado 6 de octubre tras una polémica reducción de los Mossos d'Esquadra ha relatado hoy a la juez que vio a la víctima, Juan Andrés Benítez, con el abdomen inflado, la camisa ... rota y la cabeza ensangrentada cuando fue atendido por los servicios médicos tras ser reducido por los Mossos d'Esquadra. El testimonio de hoy, que ha relatado el antes y después de los hechos, ha sido el último que comparece en el juicio sobre el polémico caso, por el que hay varios mossos imputados .
En su declaración ante la juez, a la que ha tenido acceso Efe, la testigo ha relatado que al día siguiente de la reducción avisó a tres mossos d'esquadra, que habían acudido a su domicilio, que había presenciado los hechos desde el balcón del cuarto piso en que vive, pero que estos se marcharon sin pedirle sus datos ni tomarle testimonio.
La testigo ha reconocido que vio que Benítez era golpeado por un vecino con el que se enfrentó antes de la llegada de los agentes, pero ha precisado que no fue "una pelea agresiva", sino "con pocos golpes de contacto" y que duró aproximadamente cinco minutos.
Respecto a la reducción policial , la testigo ha relatado que duró unos quince minutos en los que los agentes pegaban a Benítez, "se iban alternando con patadas y puñetazos", mientras la víctima gritaba, "primero más suave y enseguida como un cerdo", hasta que de repente paró. Tras los golpes, ha añadido la testigo, seis agentes levantaron a Juan Andrés Benítez y le metieron boca abajo dentro del coche policial, "como si fuera un saco de patatas, los pies para afuera y la cabeza hacia el otro lado".
En ese momento, acudió al lugar una ambulancia de los servicios médicos para atender al empresario, al que la testigo observó "el abdomen inflado, la camisa rota y la cabeza con mucha sangre". La testigo ha precisado que no vio a ninguna persona dirigiendo a los mossos que intervinieron en la reducción y ha añadido que le dio la sensación de que "estaban como coreografiados. Primero los dos que estaban más lejos del portal pegaba patadas, luego los del medio y luego los otros más alejados", ha descrito.
Los Mossos la visitaron
La declarante ha añadido que la misma noche de los hechos los Mossos d'Esquadra acudieron a su domicilio, pero que ella no les abrió. Aproximadamente a las 22,00 horas del día siguiente, acudió al rellano del edificio y vio salir a dos agentes con uniforme y un tercero de paisano, que le preguntaron si había visto "los hechos del día anterior", a lo que la testigo contestó que sí.
Como estaba "muy afectada", ha añadido la declarante, contestó a los agentes que "ellos mismos se lo podrían decir", ya que había visto a sus compañeros pegar a una persona, y preguntó a los policías "como había acabado la situación". En ese momento, ha añadido la testigo, los mossos (que ya no trabajan en Ciutat Vella) le dijeron que tal vez ella "creía haber visto", tras lo que abandonaron el edificio después de que sonara la bocina de un coche que había afuera.
Según la testigo, su compañera de piso, que también presenció la reducción policial, sacó la cabeza por la puerta para ver a los agentes y reconoció a dos de ellos como los policías que la noche de la muerte de Juan Andrés Benítez se encontraban en el portal de su vivienda.
Benítez tenía la cabeza ensangrentada y la camisa rota tras la reducción de los Mossos
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