La crisis agudiza la segregación en barrios catalanes con rentas altas y bajas
Investigadores de un estudio destacan que que en estas zonas proliferan iniciativas socialmente innovadoras
anna cabeza
La segregación urbana en Cataluña es estructural pero se agudiza con la crisis, y no sólo en las clases más bajas. Así lo confirma el estudio «Barrios desfavorecidos ante la crisis: segregación urbana, innovación social y capacidad cívica», liderado por el Instituto de Gobierno y ... Políticas Públicas de la Universidad Autónoma (UAB) y que se enmarca en el programa RecerCaixa de la Obra Social La Caixa y la Asociación Catalana de Universidades Públicas.
El estudio analiza datos socioeconómicos de 5.000 secciones censales de Cataluña. «Los más necesitados están concentrados en zonas con más déficits de servicios y los que menos servicios requiere tiene cerca más recursos», explicó ayer en la presentación de datos preliminares Oriol Nel·lo, coordinador del proyecto, que también incidió en que la segregación afecta también a los niveles altos, y que en estos casos es más aguda.
El informe, además, incluye un análisis específico de seis barrios priféricos, en los que hay niveles bajos de renta: Ciudad Meridiana (Barcelona), Bellvitge (L’Hospitalet), Palau i Rocafonda (Mataró), Pardinyes (Lleida), Santa Eugènia (Girona) y el municipio de Salt (Girona).
Los investigadores destacaron que la crisis no afecta de la misma manera a todos ellos: hay algunos más resistentes que otros a la crisis, como Bellvitge, Pardinyes y Santa Eugènia, debido, en parte, a una mayor intervención pública y a la colaboración entre vecinos y administraciones.
En estos barrios, denominados «resistentes», «la población es estable, no se marcha y existe un fuerte orgullo de barrio», detalló Ismael Blanco, el investigador responsable del proyecto. Además, son zonas en las que ha «habido políticas sostenidas de mejora social y urbana», reiteró.
Experiencias innovadoras
Blanco destacó también que en estos barrios «están proliferando respuestas socialmente innovadoras», como bancos del tiempo, huertos urbanos, grupos de consumo o redes telemáticas, iniciativas que «no son la solución a la desigualdad y a la segregación urbana crecientes» pero que ayudan a sentirse mejor en el territorio.
En este sentido, los expertos valoraron que estas experiencias son clave para «evitar la creación de guetos» y que no siempre se producen necesariamente donde hay más necesidades sociales, sino donde hay más energías para llevarlas a cabo.
Los coordinadores del estudio exigen promover y reforzar políticas de innovación y cohesión social entre instituciones locales y tejido vecinal y que se adopten criterios de justicia distributiva territorial.
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